‘Legal design’ 2.0 (diseño legal) como una nueva disciplina académica del Derecho
José Fernando Torres
Ex fellow del Legal Desing Lab de la Universidad de Stanford
Después de muchos años de existencia, la disciplina llamada legal design (la combinación entre el diseño, el Derecho y la tecnología) está empezando a generar interés en Colombia.
Legal design nace inicialmente como la aplicación de design thinking (pensamiento de diseño) para resolver problemas legales. Esta primera etapa se caracterizaba por usar el proceso creativo (empatía, síntesis, ideación, prototipado y solución), distintos métodos (mapas de servicio, mapas de empatía, técnicas de prototipado rápido, etc.,) y actitudes (colaboración radical, cuestionarlo todo, mentalidad de principiante, pensamiento visual, etc.,) que trae el diseño y aplicarlo para distintos tipos de problemas legales.
Los primeros problemas de los que se ocupó el legal design fue el de formar abogados en metodologías creativas y, luego, en la visualización de información legal, especialmente la visualización y simplificación de contratos. Esta es la etapa que llamo legal design 1.0. Con el tiempo, legal design ha evolucionado. Ha pasado de ser la simple aplicación del pensamiento de diseño al Derecho para convertirse en una disciplina académica propiamente dicha. Legal design 2.0 es lo que llamo a esta evolución.
¿En qué consiste esta evolución? Los abogados, al igual que los diseñadores, creamos artefactos. Los artefactos legales pueden venir en distintas formas. Una resolución, un decreto, una ley, una sentencia, un juzgado o un contrato. Todos estos son ejemplos de artefactos legales. Curiosamente, a pesar de la cantidad de investigación que existe en materia de derecho sustantivo, existe muy poca investigación que aborde el proceso de creación de estos artefactos, sus distintas dimensiones y el sistema en el que interactúan. Tampoco tenemos métodos de investigación que nos ayuden a crear nuevos artefactos.
Legal design 2.0 entra a llenar estos vacíos. Al igual que el diseño, busca estudiar cómo deberían ser estos artefactos (legales) para cumplir sus objetivos desde distintas dimensiones (usuarios, negocio, política pública, contexto sistémico, entre otras). El legal design 2.0 tiene estas cuatro áreas (por ahora).
Investigación legal a través del diseño. La mayoría de la investigación jurídica está enfocada en estudiar el pasado (sentencias, legislación, etc.). No está encaminada a explorar el futuro. La investigación legal a través del diseño llena este vacío. Este es un método de investigación académica que usa los procesos, métodos y prácticas del diseño para crear artefactos (prototipos tangibles) con la intención de generar conocimiento nuevo y explorar problemas. Por ejemplo, en vez de escribir el típico artículo teórico sobre contratos inteligentes, la investigación a través del diseño construiría un prototipo de contrato inteligente (programando y creando el contrato, no simplemente teorizando) para explorar todos sus potenciales efectos. Se crea un artefacto tangible (el contrato) para ser estudiado. Esta es una nueva forma de hacer investigación empírica en Derecho.
Diseño de artefactos para el sector privado. Los contratos son el artefacto más común creado por los abogados. Estos artefactos tienen varios problemas. Todos los contratos se ven y se sienten iguales, a pesar de estar creados para diferentes usuarios, con distintas habilidades y necesidades, producidos por diversas organizaciones, para regular negocios muy distintos con diferentes objetivos.
El estudio de artefactos legales para el sector privado (contratos, estatutos, etc.,) se hace desde cinco dimensiones: (i) dimensión legal, (ii) dimensión de usabilidad y experiencia de usuario, (iii) dimensión empresarial, (iv) contexto sistémico e (v) implicaciones de política pública.
Diseño de artefactos legales para el sector público. Estos comprenden la justicia digital, política pública y herramientas de prototipado regulatorio, como pueden ser los “sandbox” o “areneras”. Esta área incorpora las herramientas creativas del diseño, como la creación de políticas. Es algo parecido a la versión del sector público del concepto de “producto o servicio mínimo viable” del mundo del emprendimiento, y busca mejorar la forma en la que se hace política pública y regulación. También aplica para la creación de modelos innovadores para la justicia.
Educación legal. Por último, está el rol que tienen los distintos modelos mentales, actitudes y métodos del diseño para mejorar la educación legal. Varias universidades han desarrollado cursos sobre legal design para abogados al ver el valor que estas herramientas tienen para el ejercicio profesional.
Al igual que otras áreas interdisciplinarias del Derecho (como el análisis económico del Derecho), legal design llegó para quedarse.
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