Nómadas digitales: ¿moda o nueva tendencia laboral?

Juan-Felipe Toro-Fernández
LL.M. in International Law – Investments, Trade and Arbitration, Universität Heidelberg – Universidad de Chile.
Profesor asociado de la Escuela de Derecho de la Universidad Eafit
jtorofer@eafit.edu.co

En días pasados, tuve la oportunidad de asistir como conferencista invitado al Congreso internacional de cumplimiento de la Asociación de Oficiales de Cumplimiento de Panamá, evento en el cual manifesté a los asistentes (oficiales de cumplimiento de entidades financieras y no financieras en Latinoamérica) la importancia de abordar el fenómeno de los nómadas digitales, su impacto en las economías de los países, el contexto, actividades a las que se dedican, los impactos negativos y si dicho fenómeno es, en la actualidad, una moda pasajera o, por el contrario, se ha convertido en una tendencia laboral en el mundo.

Las conclusiones a las que llegamos es que este fenómeno se trata de un nuevo movimiento migratorio en el mundo, de una migración organizada de una comunidad de profesionales con “talento internacional”, que, a su vez, está trasladando riqueza a otras naciones y que ha venido a contribuir al ecosistema empresarial de los lugares donde se radican.

Los “nómadas digitales” son una realidad laboral en el mundo, un fenómeno que vino para quedarse, ya que hoy en día las personas no quieren permanecer por mucho tiempo en un solo lugar que da el modelo tradicional.

Algunos datos que nos ayudan a confirmar tal afirmación es que, según el Foro Económico Mundial y el Informe Mundial sobre Tendencias Migratorias de 2022 de la firma Fragomen, en el mundo existen aproximadamente 35 millones de nómadas digitales, la mitad de los cuales se encuentra en un promedio de edad de los 30 años, correspondiendo el 44 % de esa cifra a mujeres. El 59 % de los nómadas digitales cuentan con un título académico como mínimo y el 47 % de los mismos son catalogados como millenials, según datos de MBO Partners, una plataforma que conecta profesionales independientes con organizaciones empresariales. Los nómadas digitales ganan en promedio entre 50.000 y 250.000 dólares de salario anual, lo que los ha convertido en uno de los nichos más apetecidos en el mundo pospandémico.

Los trabajos híbridos y remotos han aumentado un 81 % desde el inicio de la pandemia del covid-19 y el poder pasar de lo tradicional a lo digital y virtual les ha permitido a las empresas en el mundo aumentar los niveles de eficiencia y productividad.

Otro aspecto importante es que el fenómeno del nomadismo digital ha cambiado las conductas y comportamientos de los trabajadores en el mundo, ya que estos deciden vivir de manera diferente al enfoque tradicional del modelo de oficina, pues tienen como principios el que les da la libertad de movimiento (posibilidad de vivir en cualquiera parte del mundo mientras trabaja), una filosofía de vida atada a la posibilidad de controlar su vida laboral, horarios y ubicación geográfica, y el desempeño de actividades 100 % en línea.

Las ventajas económicas de este nuevo movimiento migratorio es que, definitivamente, ha fortalecido el turismo de los países, ha generado riqueza a las ciudades, por cuanto este tipo de visitantes activa la economía en general, genera empleo al demandar bienes y servicios y, en muchas ocasiones atrae inversión extranjera directa, ya que estos pueden llegar a participar en el capital de compañías (startups o emprendimientos locales) o en la adquisición de activos inmobiliarios.

Adicionalmente, los nómadas digitales son invitados por los gobiernos a participar de los ecosistemas empresariales de las ciudades (muchas ciudades les ofrecen espacios de co-working y espacios públicos con wifi gratuito), crean sinergias con otros profesionales o empresarios locales, pueden llegar a ofrecer a las ciudades transferencia tecnológica o de conocimiento y, por último, apoyan a la mejora del indicador de bilingüismo de las ciudades donde llegan a residir.

Sin embargo, el fenómeno de los nómadas digitales ha generado también problemáticas para las ciudades, como, por ejemplo, la llamada “gentrificación” o “turisficación”, que ha hecho que el precio de las viviendas de las ciudades aumente de manera significativa por la demanda de estos y algunos espacios urbanos hayan sido destinados para atender a los turistas y no a sus habitantes. Muchos críticos señalan que la apertura de ciudades a este tipo de individuos puede llegar a afectar, incluso, el acceso a la vivienda para los locales, como ya ha ocurrido en ciudades como Buenos Aires, Barcelona o Nueva York. (Lea Visa nómada digital en Colombia).

De otro lado, el trabajo remoto ha hecho que jóvenes que en sus países hacían parte de la clase media, al cambiar de país pasen a ser de clase alta.  De ahí que el interés de un nómada digital sea garantizar que experiencia de vida versus costo de vida. Por ejemplo, una de las tres ciudades top más visitada para los nómadas digitales en Latinoamérica es Medellín, que es atractiva para ellos, ya que tiene un costo de vida promedio es de 1.551 dólares al mes, lo que les facilita acceder a mejores inmuebles con sus salarios en dólares o euros.

En ultimas, el fenómeno del nomadismo digital vino para quedarse y eso lo demuestra el porqué la mayoría de estos países han ajustado sus políticas y legislaciones migratorias para atraer a los nómadas digitales. Hoy, alrededor de 40 países en el mundo han decidido brindar permisos especiales de residencia temporal a los nómadas digitales a través de visados.

En Colombia, por ejemplo, la Cancillería puede otorgar un visado de nómada digital hasta por dos años, permitiendo en la solicitud del extranjero titular principal, incluir beneficiarios de este, hijos (hasta 25 años) y esposa/o compañero permanente, siempre y cuando perciba ingresos extranjeros por tres salarios mínimos legales mensuales vigentes.