La necesidad de reflexionar sobre el arbitraje de inversión
22 de Febrero de 2018
Enrique Prieto-Rios
Director de Investigación y profesor de carrera de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario
La política de apertura de mercados adoptada por Colombia desde los noventa ha buscado, entre otros objetivos, la atracción de inversión extranjera, específicamente, inversión extranjera directa. En este contexto, Colombia inició una política activa de negociación y firma de acuerdos bilaterales para la promoción y protección de la inversión extranjera y tratados de libre comercio con capítulos de protección al inversionista con distintos países. La negociación de estos tratados se hizo en un raciocinio desarrollista, según el cual estos instrumentos jurídicos sirven como incentivos para atraer mayor inversión extranjera al país.
Estos tratados, que regulan las relaciones entre los Estados receptores de inversión y el inversionista extranjero, garantizan unos estándares de protección considerados como mínimos, que incluyen, entre otros, el trato nacional, el trato de la nación más favorecida, la protección frente a una expropiación directa o indirecta, etc. Otro tipo de protección ofrecida por este tipo de tratados es la posibilidad de acudir ante tribunales internacionales de arbitramento de inversión para la protección de los intereses económicos de los inversionistas, sin que implique necesariamente agotar las instancias internas judiciales.
Uno de los principales argumentos para otorgar la protección de estos estándares es la necesidad de garantizarles a los inversionistas extranjeros un ambiente de confianza y estabilidad jurídica y política. Sin embargo, debido a la amplitud de las cláusulas de los tratados, este régimen de Derecho Internacional ha sido criticado por afectar la posibilidad que tienen los Estados de regular temas de interés general, como la protección ambiental, y por la inseguridad jurídica trasladada a los Estados por la falta de precedente o de una corte o tribunal de cierre único.
En este contexto, Colombia no ha sido ajena a las problemáticas del Derecho Internacional de la Inversión Extranjera y, en la actualidad, se han radicado de forma efectiva cinco procesos en contra de Colombia (uno solo de ellos tiene pretensiones de 16,5 billones de dólares por parte de la multinacional Tobie Mining Inc.). Así, con el inminente advenimiento de demandas y sus posibles consecuencias económicas, es muy importante no solo que el Estado colombiano tome cartas en el asunto, sino que también desde la academia se busque analizar esta problemática. De esta forma, varias universidades de Bogotá han adelantado agendas conjuntas en la búsqueda de incidir propositivamente tanto en la política de protección a la inversión extranjera, como en el manejo que se le están dando a las actuales demandas a las que se enfrenta Colombia.
En este contexto, se realizó la cuarta versión de la Escuela Internacional de Arbitraje de Inversión y Arbitraje Comercial titulada Rethinking International Investment and Comercial Arbitration: Tales of Sovereignity and Globalisation, que se realizó entre el 15 y el 26 de enero, y fue co-organizado por las universidades Nacional de Colombia y del Rosario y el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá.
Esta Escuela nació en el 2015 como una iniciativa de varios profesores de la Universidad Nacional, y se convirtió en una iniciativa interinstitucional, en la cual la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario ha jugado un papel activo para crear un espacio único que trae a practicantes y académicos para que reflexionen sobre el arbitraje de inversión y el arbitraje comercial internacional. Adicionalmente, busca brindar a los estudiantes herramientas teóricas y prácticas sobre el arbitraje internacional, comercial y de inversión, en el marco de los procesos de integración económica y normativa, y la protección de la inversión extranjera, que les permitan comprender su contenido, límites y retos de cara al futuro del país.
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