SAS no pueden disponer cláusulas en las que sus acciones sean inembargables, pues estarían viciadas de nulidad

Las acciones son el instrumento utilizado por el legislador para dividir el capital de las sociedades anónimas, en comandita por acciones y por acciones simplificadas, recordó la Superintendencia de Sociedades.  El artículo 10 de la Ley 1258 del 2008 indica que podrán crearse diversas clases y series de acciones, como las privilegiadas, con dividendo preferencial y sin derecho a voto, con dividendo fijo anual y las de pago.

De lo previsto en esta disposición, precisó la entidad, no se puede afirmar que entre las posibilidades que brinda el legislador, cuando manifiesta que se podrán crear diversas clases y series de acciones, esté la de emitir acciones inembargables, pues los bienes que gozan de este beneficio están previstos taxativamente en la ley, entre otros, en los artículos 1677 del Código Civil y 594 del Código General del Proceso. Por lo tanto, las acciones son bienes embargables.

Así las cosas, si una sociedad por acciones simplificada (SAS) establece en sus estatutos una cláusula en la cual determina que sus acciones son inembargables, se podría considerar que está viciada de nulidad, en los términos del artículo 899 del Código de Comercio, sobre nulidad absoluta del negocio jurídico.

Con todo esto, las acciones que un accionista detente en una SAS pueden ser objeto de embargo, de manera que los acreedores de los asociados podrán embargar las acciones, las partes de interés o cuotas que tengan en la sociedad y provocar su venta o adjudicación judicial, como se prevé en la legislación mercantil y en las leyes de procedimiento.