Legaltech
‘Sandbox’ de criptoactivos e innovación legal
José Fernando Torres
Ex fellow del Legal Desing Lab de la Universidad de Stanford
El 17 de septiembre del 2020, la Superintendencia Financiera (Superfinanciera) anunció que estructuró un proyecto piloto para propiciar un espacio de prueba en materia de criptoactivos a través de la arenera (sandbox) de esa entidad. La discusión sobre criptoactivos en el país ha estado centrada alrededor del sistema financiero, especialmente de si los criptoactivos pueden considerarse una moneda válida en Colombia, si puede servir como medio de pago, etc. Lo que no se ha discutido, y que me parece más importante, es que la iniciativa de la Superfinanciera abre la puerta al desarrollo de la innovación legal en el país.
Al hablar de criptoactivos, en general se piensa en criptomonedas (uno de los tipos de criptoactivos). Estas criptomonedas pueden ser bitcóin (la más conocida y la que inició la revolución), zcash, monero o dash. Pero las criptomonedas son solo uno de los tipos de criptoactivos que existen y no podemos cerrar la discusión únicamente a estos. Si lo hacemos, nos vamos a perder una gran oportunidad como país (y para nuestro sistema legal) de ser parte de una revolución más allá de las criptomonedas.
Blockchain y los criptoactivos van mucho más allá de las criptomonedas. Imaginémonos que la tecnología blockchain es como una gran estación de tren. Una estación de tren tiene varias pistas con distintos tipos de trenes que pueden ir a distintas velocidades y que ofrecen distintas cosas. Hay pistas diseñadas para trenes de alta velocidad que tienen vagones de lujo con restaurante, camas y otras cosas. Hay pistas que soportan trenes antiguos que van más lento y que tienen vagones con otras funcionalidades.
Pensemos que el mundo de blockchain funciona de forma parecida. La tecnología nos permite crear estaciones de tren, distintos tipos de pistas, rieles, trenes y vagones. Hay muchos tipos de blockchains, al igual que hay distintos tipos de rieles, trenes y sus vagones. Algunas blockchains tienen ciertos usos (como ciertos trenes) y permiten que se puedan construir diferentes tipos de aplicaciones encima (como distintos tipos de vagones de un tren). Los trenes más o menos comparten la misma tecnología (al igual que los tipos de blockchains), pero no todos son iguales. Por esto, la discusión en el país no puede centrarse únicamente en las criptomonedas (uno de los tipos de trenes). También tenemos que pensar en las posibilidades que nos abren los otros trenes que tiene blockchain. De lo contrario, vamos a perder la posibilidad de llegar a sitios donde los trenes de las criptomonedas no llegan. Estos son otro tipo de trenes que funcionan con la tecnología de blockchain.
Uno de los más importantes en blockchain son los protocolos. El mejor ejemplo de protocolos es Ethereum (y su token ‘ether’). Ethereum es una tecnología basada en blockchain que permite que se construyan aplicaciones encima de esta plataforma. Piensen que Ethereum es un tipo de tren en el que podemos construir distintos vagones que no podemos construir en bitcóin. Ethereum es un protocolo que cumple una función similar al protocolo TCP/IP (el protocolo que permite que internet funcione y que podamos construir páginas web, aplicaciones, etc., sobre internet).
Sobre Ethereum se están construyendo varias startups para el mundo legal con sistemas de confianza e incentivos que no pueden construirse únicamente sobre el protocolo de internet. Por ejemplo, las aplicaciones más interesantes de contratos legales inteligentes. Digo contratos legales inteligentes y no contratos inteligentes, porque este último término lo usan los programadores para referirse a operaciones en código que no necesariamente corresponden a contratos en el sentido jurídico.
También se están construyendo otras startups que tienen el potencial de revolucionar el acceso a la justicia, como Kleros. Lo más interesante ocurre cuando podemos juntar los productos de distintas startups para crear sistemas de registro de propiedad que puedan acabar con la fiducia tradicional como la conocemos, permitirnos hacer innovaciones en garantías mobiliarias o crear contratos legales inteligentes que se conecten unos con otros.
Hoy, no puedo usar mi cuenta bancaria para comprar ether (el token de ethereum) u otros tipos de tokens para poder usar las aplicaciones que menciono. Piensen en un token como la entrada a un concierto. Si no puedo comprar las boletas, no puedo entrar. Las boletas se están vendiendo, pero no las puedo comprar con mi cuenta bancaria. El sandbox de la Superfinanciera va a cambiar esto. El que puedan operar exchanges de criptoactivos (casas de cambio virtuales) en conjunto con establecimientos de crédito o con las sedpes (sociedades especiales de depósitos y pagos electrónicos) permitirá comprar tokens (el equivalente a boletas de concierto) para participar en los experimentos más interesantes de innovación legal.
Por este motivo, debemos celebrar y apoyar el sandbox de criptoactivos. Es una gran oportunidad que tiene el país para montarse en el bus de la innovación legal sobre blockchain.
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