Los vehículos autónomos
Juan Manuel Camargo G.
Colombia es un país de ciudades con tráfico difícil, por lo que resulta difícil imaginar vehículos autónomos desplazándose por nuestras calles. La tecnología, sin embargo, ya es una realidad y el reto actual es cómo pasar a la etapa de adopción masiva.
Los vehículos autónomos, como es sabido, se conducen solos. La manera como lo logran es compleja y fascinante. Sin que lo notemos, estos vehículos registran y transmiten todo lo que les rodea, mediante dispositivos como luces láser (lidar), ondas de radio, cámaras y sensores ultrasónicos. En esencia, el vehículo autónomo utiliza todo el tiempo sus sensores para recopilar datos sobre lo que lo rodea, compara esos datos con sus mapas 3D preestablecidos, planifica su ruta y envía en tiempo real comandos a los sistemas de dirección, frenado y aceleración del vehículo. En la base de todo, hay algoritmos de programación y, por supuesto, tecnología de inteligencia artificial que hace a estas máquinas extremadamente sofisticadas.
El ejemplo más conocido de autonomía proviene de la gama de vehículos de Tesla, que ya son autónomos la mayor parte del tiempo, aunque admiten la intervención humana. Tesla anunció hace poco su robotaxi, que está diseñado para ser un vehículo totalmente autónomo sin volante ni pedales; se espera que la producción de este vehículo comience en 2026. Pero esta compañía no es la única. En 2009, Google inició su propio proyecto, que condujo en 2016 a la creación de una subsidiaria llamada Waymo, que presta hoy en día servicios de transporte autónomo en ciudades seleccionadas de EE UU (Phoenix, San Francisco y Los Ángeles). A mí me sorprendió saber que Waymo ya presta alrededor de 100.000 viajes pagos por semana, realizados completamente en vehículos autónomos sin un conductor humano presente. Cruise, una subsidiaria de General Motors, también tiene su propio servicio de viajes autónomos en San Francisco. Baidu, en China, lanzó su servicio de robotaxi Apollo Go, que ofrece viajes pagos en algunas ciudades. Uber invirtió mucho en vehículos autónomos y luego vendió esa división a Aurora, de la que Uber es propietario parcial. Y siguen otros jugadores de importancia, como Ford, Amazon y Nvdia.
Es de destacar que las legislaciones locales (por ejemplo, California, en EE UU) han sido lo suficientemente flexibles para permitir el uso extensivo de estos vehículos, aunque se hallan todavía en etapa experimental. Colombia debería empezar a pensar en ellos y en cómo quiere regular su operación. No parece sencillo, si tenemos en cuenta que ni siquiera hemos podido adoptar una regulación clara respecto de las plataformas que conectan conductores y usuarios, como Uber.
El empleo de servicios autónomos para el transporte público (robotaxis) será una competencia para los taxistas tradicionales, los conductores de camión y para las plataformas como Uber o Lyft. Es probable que estas últimas pasen a ofrecer, al menos en parte, vehículos autónomos. Por otra parte, es casi seguro que el ámbito de acción de los vehículos autónomos se limitará a grandes ciudades, donde es más viable mantener actualizados los mapas 3D requeridos. En todo caso, muchas personas cuyo sustento depende de prestar el servicio público de transporte (taxistas, conductores de camión, conductores de Uber) van a enfrentar una disminución de la demanda de sus servicios, lo que generará quejas, cambios socioeconómicos e incertidumbres que habrá que analizar con detenimiento. Los accidentes de los vehículos autónomos son muy publicitados, pero es posible que, al reducir el error humano, los automóviles autónomos reduzcan drásticamente las tasas de accidentes. También pueden beneficiar la movilidad urbana, ya que conducirán con más prudencia y generosidad.
Si bien los vehículos totalmente autónomos aún se encuentran en etapa de desarrollo, están a la vuelta de la esquina. Vamos a ver cuánto tardamos en montarnos en ellos.
Gracias por leernos. Si le gusta estar informado, suscríbase y acceda a todas nuestras noticias, con los datos identificadores y documentos sin límite.
Paute en Ámbito Jurídico.
Siga nuestro canal en WhatsApp.
Opina, Comenta