‘New law’: una nueva alternativa de servicios legales

Juan Felipe Riachi Sanabria

Cofundador-Gerente Legal y Operativo

Phylo Legal

El concepto de “new law” fue utilizado por primera vez en el 2013 por el consultor estratégico Eric Chin, como una forma de referirse al reto que tenían las firmas de innovar en la provisión de servicios legales para responder a una creciente tendencia en el mercado: los clientes quieren más, a cambio de menos dinero, en buena parte debido a la crisis financiera del 2008, que obligó a varias empresas a reducir el presupuesto previsto para la contratación de asesores legales externos.

En términos generales, new law designa un modelo que procura ser costo-eficiente mediante el establecimiento de estrategias de arbitraje de mano de obra y tecnología, en procura de servicios de alta calidad, a precios asequibles y con un delivery diferente al de las firmas tradicionales.

Las new law procuran apalancar su operación en el uso de nuevas tecnologías, pues estas permiten estructurar y hacer más eficientes los procesos de provisión de servicios legales enfocados en el cliente. No se trata solamente de desarrollar tecnología que esté específicamente diseñada para el ejercicio de la profesión (por ejemplo, software de automatización de contratos o predicción de decisiones judiciales), sino también herramientas que operativamente mejoren la comunicación con el cliente y la entrega de servicios.

A nivel de talento humano, las new law priorizan modelos dirigidos a generar ventajas competitivas en la gestión del talento humano, reduciendo los costos que se trasladan efectivamente a los clientes. Los modelos de economía colaborativa y estructuras matriciales, a diferencia de las jerárquicas, suponen un elemento importante para las new law.

Las new law propugnan por ofrecer condiciones de trabajo flexibles, priorizando el equilibrio vida-trabajo, la provisión de servicios de manera remota y reduciendo el nivel de presión y estrés de las firmas tradicionales, lo que conduce a mayores niveles de satisfacción laboral.

Otra característica fundamental de las new law es el enfoque “cliente-centrista”, en donde se privilegia la capacidad de estos por escoger y pagar por los servicios que consideren mejor adaptados a sus necesidades, y bajo esquemas de remuneración distintos a los tradicionales, tales como servicios a demanda con precios fijos o facturación basada en valor más que en horas consumidas.

Las new law buscan constantemente el cambio y mejora de sus modelos de negocio en beneficio de sus clientes y su talento humano. Esto les exige adoptar una mentalidad abierta a la exploración de nuevas ideas y a buscar oportunidades constantes de disrupción. En la actualidad, ejercer la profesión y dirigir un negocio de servicios legales son dos conceptos diferentes, y suponen nuevas alternativas para quienes incursionan en la provisión de servicios legales. Esta característica, a su turno, ha creado un espacio propicio para que otras disciplinas contribuyan en la provisión de servicios legales (por ejemplo, diseñadores para legal design thinking).

A pesar de las ventajas teóricas que pueden suponer las new law, los siguientes son dos grandes retos que estas enfrentan en el corto plazo en la región:

– Aunque la tendencia de los últimos años haya mostrado un crecimiento de las iniciativas legaltech en la región, las new law no cuentan con una oferta variopinta de alternativas para adoptar una práctica más costo-eficiente del Derecho con sustento en tecnología. Esto, a su turno, implica que estas firmas deben procurar los recursos para desarrollar herramientas propias, lo cual trae aparejado un incremento en su estructura de costos y la necesidad de procurar el talento humano correspondiente.

– Es necesario desarrollar un proceso educativo a través del cual la sociedad en general sea consciente de la importancia de la asesoría legal como herramienta preventiva y no reactiva, a fin de que la propuesta de valor de las new law sea entendida por sus potenciales clientes.

Las new law surgen como una alternativa para democratizar el acceso a servicios legales de calidad, como alternativa que permita concentrar y atender una demanda tradicionalmente descuidada por la oferta de las big law, dados los altos costos asociados a su contratación.

Es un hecho: los modelos rígidos y tradicionales deben dar paso a aquellos en los que se premie la circulación de ideas y la innovación, con el objetivo de estructurar prácticas que satisfagan las exigencias actuales de los clientes y del talento humano. No es gratuito que empresas big law de alto reconocimiento hayan manifestado interés en desarrollar o adquirir firmas new law como ocurrió con la compra de Riverview Law por parte de EY en el 2018, o cuando la consultora PricewaterhouseCoopers, en el 2017, implementó su nueva línea de negocio denominada “new law”.