El español, lengua viva
Fernando Ávila
No pocas de las normas aquí recordadas en forma bimensual reciben la crítica de que contradicen otras conocidas años atrás. Una de las críticas más abundante y repetitiva se refería a las palabras “presidenta” y “vicepresidenta”, que como otros participios presentes terminan en -ente y son de género común, es decir, igual para hombre y para mujer. Hace casi 20 años esa crítica era válida. Hoy no, pues el idioma español cambia, ya que es una lengua viva. Hoy son válidas las opciones femeninas “presidenta” y “vicepresidenta”, lo mismo que “jueza”, “jefa”, “poeta”, etc. ¡Pero la profesora y política española dijo en su discurso que los terminados en -nte, empezando por la misma palabra “ente”, son siempre de género común! Pues tendrá que ponerse al día en algún momento. Y la mejor manera de hacerlo es consultando las novedades del Diccionario de la lengua española, DLE, 2014, actualizado seis veces, desde el 2017. Cada actualización ha incluido unos dos mil cambios entre palabras nuevas, ajustes, aumento de ejemplos y usos.
Español del siglo XX
Es la forma de estar al día. No está al día quien se queda con lo que aprendió en el colegio y lo revive veinte años después. Hay nuevas palabras, nuevas definiciones, nuevos datos de investigación etimológica (origen), nuevos ejemplos. También hay palabras, definiciones y usos que se eliminan por obsoletos. A veces tendemos a usar más el español del siglo XX que el del siglo XXI. Deberíamos optar por el segundo, el académico, ¡claro!, el que ha recibido en visto bueno de la RAE, no el que se usa en un wasap o correo electrónico informal con abreviaturas y enredos inentendibles y, en el mejor de los casos, con errores de ortografía, aunque la ortografía misma desaparece cuando se opta por los emoticonos y estíqueres.
Mantengámonos al día
Y a propósito de “estíqueres” aquí podemos conectar con otro tema (ver esta palabra en el Diccionario de americanismos). Resulta que el DLE viene saliendo hace tres siglos, y sus veintitrés ediciones se han convertido en la guía número uno para la escritura y uso de las palabras. Así, durante muchos años oí decir que “desafortunadamente” no se podía usar porque no aparecía ningún lema con esa voz en el DLE. Lo que no habían leído es que una palabra que no tenga lema azul en el DLE puede ser correcta si está creada con prefijos, afijos y sufijos aprobados, y expresamente lo dice de los adverbios terminados en -nte: se puede crear a partir de adjetivo femenino y es válido aunque no tenga lema azul, como “desafortunada/desafortunadamente”. Y para rematar ahora hay más diccionarios normativos. En el 2005 se publicó en Panhispánico de dudas; en el 2010, el de Americanismos, y en el 2020, el Panhispánico del español jurídico. ¿Los han consultado? Les recomiendo hacerlo, ahora que no voy a estar tan pendiente de ustedes, pues dejo de escribir esta columna, con la que casi desde el comienzo los he acompañado. Gracias por haberme leído durante estos más de quince años. Gracias al inolvidable doctor Tito Livio. Gracias mi editor, Pedro Molina.
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