Presidencia de Pedro Nel Ospina
Óscar Alarcón Núñez
El pasado 7 de agosto, se cumplieron cien años de la posesión de Pedro Nel Ospina como presidente de Colombia. Con él, han sido tres miembros de la misma familia que han llegado a la jefatura del Estado: Mariano Ospina Rodríguez (1857-1861), Pedro Nel (1922-1926) y Mariano Ospina Pérez (1946-1950). Pedro Nel tuvo, además, la fortuna de haber nacido en el propio Palacio de San Carlos, el 18 de octubre de 1858.
Su padre, Mariano Ospina Rodríguez, se casó en primeras nupcias con Marcelina Barrientos Zuláibar, unión que se deshizo pronto, por el fallecimiento de ella, en 1838. En segundas nupcias, se casó con su cuñada María del Rosario, quien le colaboró mucho, mientras fue ministro de Pedro Alcántara Herrán, hasta cuando falleció, en 1853. En la iglesia de la Candelaria de Medellín, contrajo su tercer matrimonio, el 14 de febrero de 1855, con Enriqueta Vásquez Jaramillo, quien sería la madre de Pedro Nel.
Ospina Rodríguez fue el primer presidente elegido por votación popular durante la Confederación Granadina, que desapareció con la guerra del 1860, iniciada por el general Tomás Cipriano de Mosquera. Ante el triunfo de las tropas insurgentes, los Ospina debieron salir del país y se exilaron en Guatemala. Volvieron después de 14 años.
Luego de estudiar en el exterior, Pedro Nel regresó al país y participó en la Guerra de los Mil Días y después fue ministro del vicepresidente José Manuel Marroquín, quien, ante rumores de que participaba en un golpe de estado contra su gobierno, lo destituyó y le tocó tomar el camino del exilio, como lo había hecho su padre. En esta ocasión partió hacia México y EE UU.
En unas elecciones controvertidas, celebradas en 1922, el general Pedro Nel Ospina resultó elegido presidente por 413.699 votos frente al liberal Benjamín Herrera, quien obtuvo 256.231. Fue el primer presidente en hacer giras por el país y también el primero en utilizar el avión. Tuvo la suerte de encontrar una tesorería llena de dinero, lo que le permitió poner en ejecución una serie de obras de infraestructura, que estuvieron a cargo de su ministro de Obras Públicas, Laureano Gómez, que le abrieron el camino para llegar a la Presidencia de la República.
Tan pronto asumió Ospina la Presidencia, con la colaboración del embajador en Washington, Enrique Olaya Herrera, contrató los servicios del economista Edwin Kemmerer, quien, junto con una comisión de expertos que él presidía, asesoró al gobierno para crear importantes organismos, que aún existen: el Banco de la República, la Contraloría General de la República y la Superintendencia Bancaria (hoy Superintendencia Financiera).
Todos los Ospina han sido conservadores, luego ha sido una familia de sangre azul, inclinados al manejo del Estado.
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