Anecdotario político
Anecdotario político
Benjamín Ardila Duarte
En el 2020, el Premio Nobel de Paz lo ganó el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas. En años anteriores ya lo había recibido Borlaug, por mejorar el trigo y el maíz en México. En la Geopolítica del hambre, el brasileño Josué de Castro previó que el hambre es un problema político, especialmente en el nuevo mundo, según su capítulo tercero. Y en Colombia el tema lo estudió el profesor Jorge Bejarano en un libro sobre alimentación y nutrición en el país.
Frente al BID, después de 15 años, el colombiano Luis Alberto Moreno concluyó: “Me preocupan de la región dos temas centrales. El primero es la desigualdad, contra la cual hemos avanzado mucho menos de lo que deberíamos. De la pésima distribución del ingreso se derivan muchos de nuestros males, incluyendo la violencia. A mí me cuesta entender que combatir la inequidad no sea una prioridad, por razones éticas e, incluso, del tamaño de los mercados. El segundo asunto es la política, en donde uno ve señales de deterioro, como la polarización, las prácticas corruptas o el populismo. Los ciudadanos están obligados a reaccionar antes de que sea tarde”.
En política y en administración, hay izquierda, derecha y centro. Simone de Beauvoir, Duverger, Laski, Schlesinger y otros han definido el tema. Los norteamericanos, con Roosevelt, en 1934; Keynes en 1936, y toda Francia en 1946 se han colocado a la izquierda del centro para hacer grandes reformas y salir de una encrucijada. La necesidad pide cambios, impone pausas o frenos, según el momento histórico. La ubicación en cualquiera de los tres no es pecado político. Jules Romains decía que colocarse a la derecha es temer por lo que existe, cuando aún no compartía ese pánico.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, es conocido por tener esposa varios lustros mayor que el mandatario. Empero, el escritor Gustave Flaubert, en 1869, editó La educación sentimental sobre el amor de un hombre por una mujer bastante mayor que él. Nadie se extraña de los que se casan con mujer menor, pero lo contrario sí ocurre con frecuencia.
El voto femenino fue aprobado, inicialmente, en Colombia, en Vélez (Santander) en noviembre de 1853. En EE UU solo se estableció en 1889 en Wyoming, primer Estado que lo otorgó, y en Nueva Zelanda la lucha de Kate Sheppard, en 1893, fue el primer país en aprobarlo. Las sufragistas británicas dieron el ejemplo de las movilizaciones femeninas por sus derechos que acaban de repetirse en Argentina.
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