Anecdotario Politico
Anecdotario Político
Benjamín Ardila Duarte
Cuando el presidente de EE UU Woodrow Wilson, en 1913, decretó “Una nueva diplomacia”, dejó la frase como definición para orientarse a nivel mundial. Y generó una idea que venía de atrás. Por ejemplo, Colombia debe, al lado de la parte política de la representación, nombrar embajadores y cónsules de carrera como emisarios de nuestro comercio exterior, de nuestra cultura y presentarnos bien en la sociedad de las naciones en el mundo de hoy.
El padre del modernismo literario nicaragüense, Rubén Darío, escribió sobre los indios a quienes Louis Baudin bautizó como el Imperio Socialista de los Incas. “Ellos eran soberbios, leales y francos, ceñidas las cabezas de raras plumas, ojalá hubieran sido los hombres blancos, como los Atahualpas y Moctezumas”. Y ojalá hubiese primado ese criterio para mejor integración en la América India.
Cuando en la asesoría política se habla de “eminencia gris” se cree que hay un cerebro que aconseja al poder establecido. Pero la historia es otra: el capuchino José, de traje gris, era el oráculo de Richelieu. Se llamaba François Leclerc du Tremblay. El tema lo ha trabajado Aldous Husley para referirse a los asesores en religión, en política y en diplomacia, a los que están detrás del trono.
Al mirar solo a la estrella polar de EE UU se quiere aceptar el glifosato, el fracking y la minería en Santurbán. Pero al variar pronto la orientación de la Casa Blanca para ser socio privilegiado, se supone y requiere una variación radical, si se quiere seguir como satélite privilegiado.
Cuando el “gran capital” se apoderó de los medios de comunicación para dominar la información e inclinarla a la riqueza tras el poder, Jean Jaurès dijo en Francia: “Hacer vivir un gran periódico o una gran revista sin que esté a merced de ningún grupo de negocios es un negocio difícil, pero no imposible”.
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