Reforma tributaria estructural 2016 - Congreso
Cristianos exigen el mismo tratamiento tributario de la iglesia católica
17 de Noviembre de 2016
La posibilidad de que las iglesias cristianas comiencen a tributar al Estado a partir del 2017, al ponerlas al mismo nivel de las entidades sin ánimo de lucro, tiene preocupados a los miembros de la comunidad religiosa.
Es necesario decir que la ley les otorga beneficios en impuesto de renta y complementarios a las entidades sin ánimo de lucro (ESAL), el proyecto del Gobierno plantea que las iglesias se equiparen con estas entidades y que se sometan a nuevas reglas.
Así, a las ESAL se les prohibirá el reparto de excedentes, contratar con miembros de su junta directiva, sus empresas y/o familias y tendrán la obligación de revelar información sobre gastos, pagos y composición de su equipo directivo. De incumplirse lo anterior, la Dian podrá retirar del régimen tributario especial a cualquier ESAL, incluidos los cultos religiosos.
Respecto a esta situación, la senadora Viviane Morales explicó que antes de 1991 los cultos distintos al catolicismo eran considerados entidades sin ánimo de lucro; sin embargo, el escenario cambió a partir de la expedición de la Carta Magna de 1991.
En opinión de la senadora Morales, las iglesias no deben ser incluidas como contribuyentes en el nuevo Estatuto Tributario, "y cualquier cambio que quieran hacer al respecto debe hacerse a través de un proyecto de ley estatutaria y no a través de un proyecto de ley ordinaria. La Corte les dio un reconocimiento y vamos a defender eso".
Sobre el tema, el senador Antonio Navarro afirmó que lo que se debe hacer es dejar a las iglesias cristianas como declarantes y no como contribuyentes, tal como están ahora, o que tengan el mismo estatus de la iglesia católica; advirtió que el Gobierno está considerando incorporar al proyecto un tratamiento especial para las iglesias.
Para la senadora Arleth Casado, las iglesias cristianas tienen un fin espiritual y no comercial, pues, dijo, no son captadoras de dinero. "Lo importante en todo esto es que las iglesias cristianas mantengan su reconocimiento como iglesia y conserven los beneficios tributarios a que tienen derecho, es decir, que se mantengan como no contribuyentes".
Senado de la República, Noticia, Nov. 16/16
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