La instalación del Congreso
Óscar Alarcón Núñez
No arrancó bien el Congreso de la República este año. Se instaló de manera irregular, presidido por dos particulares que habían dejado de ser congresistas a las 12 de la noche del 19 de julio. Si bien ellos habían presidido el Legislativo en el año inmediatamente anterior, no fueron reelectos para el periodo que se inició el 20 de julio. Según el reglamento, la sesión inaugural debió estar presidida por el primero de la lista en orden alfabético, y el secretario tampoco podía serlo, porque había que designar uno ad hoc (L. 5ª, art. 13).
Luego, esos particulares –el senador Juan Diego Gómez y la representante Jennifer Arias– no podían dar órdenes –y las dieron– para apaciguar a quienes le gritaban “mentiroso” al presidente Duque.
No faltará el ciudadano preocupado que demande esa sesión y declaren inconstitucional el discurso del Jefe de Estado y los otros actos cumplidos el 20 de julio, incluidos la elección de los nuevos dignatarios. El Senado se quedaría sin Barreras. Además, dice el artículo 149 de la Constitución: “Toda reunión de miembros del Congreso que, con el propósito de ejercer funciones propias de la rama legislativa del poder público, se efectúa fuera de las condiciones constitucionales, carecerá de validez; a los actos que realice no podrá dárseles efecto alguno, y quienes participen en las deliberaciones, serán sancionados conforme a las leyes”.
Un hecho similar, pero no antirreglamentario, ocurrió en 1970, cuando el entonces presidente Carlos Lleras Restrepo fue a instalar la nueva legislatura del Congreso. Senadores y representantes anapistas, encabezados por María Eugenia Rojas de Moreno, insultaron al mandatario y más de uno intentó agredirlo. Las fuerzas del orden lograron retornar la calma.
La protesta tuvo origen en los resultados electorales que los amigos del general Gustavo Rojas Pinilla consideraban que fraudulentamente le habían dado el triunfo a Misael Pastrana. Han sido esas las elecciones más controvertidas de los últimos años.
Resultado de esa controversia nació el Movimiento 19 de Abril, que hoy, finalmente, llega a la Presidencia de la República con Gustavo Petro, luego de haberse desmovilizado en el gobierno de Virgilio Barco.
En consecuencia, no es la primera vez que irrespetan a un presidente en el Congreso, pero esta vez tuvo el aditamento de que quienes lo presidian fueron particulares que no tenían funciones como legisladores.
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