El último Primer Designado

OSCAR ALARCÓN NUÑEZ

A propósito de los 30 años de la Constitución de 1991, me he dado a la tarea de repasar algunos de sus artículos, con sus antecedentes. Entre los que me han llamado la atención, figura, por ejemplo, uno que tiene que ver con la designatura y la vicepresidencia. Me refiero al artículo transitorio 15, que dice: “La primera elección de vicepresidente de la República se efectuará en el año de 1994. Entre tanto, para suplir las faltas absolutas o temporales del presidente de la República, se conservará el anterior sistema de designado, por lo cual, una vez vencido el período del elegido en 1990, el Congreso en pleno elegirá uno nuevo para el período de 1992-1994”.

El Congreso, antes de que se convocara la Constituyente, había elegido designado a Luis Fernando Jaramillo Correa, quien era canciller del gobierno del presidente Gaviria. Luego, en el momento en que entró en vigencia la nueva Constitución, aún seguía siéndolo, porque había sido elegido por dos años. ¿Sería que el artículo estaba dirigido contra él? Por lo menos es extraña la redacción de la norma transitoria, sobre todo en la parte final. Veámoslo.

Si la Asamblea Nacional Constituyente dejó en sus cargos al Procurador y al Contralor, ¿por qué no hizo lo propio con el designado, dejándolo hasta 1994? o ¿cuál fue la razón de cerrarle cualquier posibilidad de reelección? Por lo demás, esta no era una práctica extraña, pues en lo que tuvo que ver con el designado fue frecuente la reelección y a veces ella no era necesaria, porque en muchas ocasiones la Constitución dijo: “Cuando por cualquier causa no hubiera hecho el Congreso elección de designados, conservarán el carácter de tales los anteriormente elegidos”.

Pero no. Por una extraña razón, la Constitución prohibió con nombre propio, pero sin mencionarlo, la reelección del designado de la época. Reléase la parte final: “Una vez vencido el período del elegido en 1990, el Congreso en pleno elegirá uno nuevo para el período de 1992-1994”.

Pudo haber dicho “elegirá uno” o “elegirá otro”, abriendo la posibilidad de reelección de Jaramillo Correa. Pero al decir “uno nuevo” cerraba esa posibilidad y había que elegir “uno nuevo”.

Pues vencido el periodo de Jaramillo Correa, el Congreso eligió “uno nuevo”. ¿Y quién fue? Nada más ni nada menos que otro ministro de Gaviria, el de Comercio Exterior, que luego sería ministro de Defensa de Uribe, Juan Manuel Santos, quien se convirtió en el último Primer Designado. Posteriormente, el Presidente, reelecto.

No contaban con su astucia.