El sufragio

Óscar Alarcón Núñez

El sufragio fue una conquista de los sistemas democráticos. A comienzos del siglo XIX, solo una pequeña parte de la población tenía derecho al voto. En la Gran Bretaña, por ejemplo, participaba en las elecciones medio millón de ciudadanos sobre una población adulta no inferior a 10 millones. Los requisitos para tener derecho al voto variaban enormemente de los condados a las pequeñas ciudades de Inglaterra, Escocia y Gales. En algunas partes, los diputados eran electos por ciudadanos varones propietarios de bienes; otros, por aquellos que pagaban impuestos comunales; otros eran nombrados por los alcaldes y el concejo municipal y había regiones en las cuales los escogían únicamente los propietarios de tierras. Además, las mujeres no podían votar.

El sufragio fue evolucionando al punto de que hoy se le pueden precisar las siguientes características, que se cumplen en Colombia, parcialmente:

- Es universal, lo cual quiere decir que lo deben ejercer todos los ciudadanos. La admisión al voto no puede estar subordinada a condiciones de carácter económico, social, cultural, ni de raza. Por ello, se habla de que es universal.

- Es masculino y femenino, porque lo ejercen hombres y mujeres. Entre nosotros el voto femenino no existía y solo a partir del plebiscito de 1957 se extendió a las mujeres, quienes lo ejercen igual que los hombres. En consecuencia, el sexo no puede ser causa de exclusión.

- Es personal, porque el único modo permitido en Colombia para ejercerlo es acudiendo personalmente a la urna, no siendo posible, entre nosotros, el voto por poder o el voto por correo, como se permite en algunas naciones.

- Es igual, porque el voto que emite el Presidente de la República, el ministro o el millonario es igual al del campesino. Sin embargo, esto es un decir, porque con menos o más votos se puede elegir a un senador o un representante. Casi nunca con los mismos votos.

- Es libre y secreto, porque el ciudadano escoge libremente por quién vota y no está obligado a revelar por quién lo hizo. Sin embargo, las consultas convocadas recientemente obligaban al ciudadano a revelar el grupo político por el que iba a votar y eso fue en contra del secreto del voto.

- Antes, el voto era incondicional, porque la Constitución decía: “El que sufraga o elige ni impone obligación al candidato ni confiere mandato al funcionario electo”. Hoy, es distinto, porque el artículo 259 de la Constitución advierte: “Quienes eligen gobernadores y alcaldes imponen por mandato al elegido el programa que presentó al inscribirse como candidato”

En Colombia, al voto se le llama sufragio, porque hasta los muertos votan.