Verbo y Gracia
Melquíades, Macondo, guarecer, guarnecer, sin ‘de’ y con ‘de’
Fernando Ávila
Melquíades es el nombre del gitano montaraz y honrado que llevó a Macondo el imán, la luz y tantos otros descubrimientos modernos y fascinantes. En honor a ese gitano que mantuvo su laboratorio de alquimia durante tantos años como Úrsula Iguarán mantuvo su casa, y en honor a esa “aldea de veinte casas de barro y cañabrava construida a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas blancas y enormes como huevos prehistóricos”, una estrella y uno de sus planetas recientemente descubiertos en la constelación de Antlia se llaman ahora Melquíades y Macondo.
La idea surgió de los alumnos del colegio Abraham Maslow, de Chía, Cundinamarca, varios de ellos miembros activos del club de astronomía, que a la vez leían y analizaban en su clase de español la obra cumbre de Gabriel García Márquez, Cien años de soledad. Combinando estos dos intereses, propusieron los nombres inspirados en la narración del creador del realismo mágico y deseosos de que estrella y planeta honraran la memoria del celebrado escritor colombiano.
Detrás de este logro estuvieron el médico Alfonso Caycedo y la educadora Nohora Janneth Guerra, que desde hace más de 25 años dedican su vida a la educación integral de niños, combinando exigencia académica con deporte, sofrología, arte, estilo de vida y astronomía. De hecho, su centro educativo, el Abraham Maslow, es el único colegio del país con observatorio astronómico propio.
Guarecer y guarnecer
Pregunta: “¿Cuál es la diferencia entre guarecer y guarnecer?”, Martha Leyva Silva.
Respuesta: Guarecer es ‘cuidar’, ‘poner a alguien a salvo’ o ‘refugiarse para evitar un peligro o las inclemencias del tiempo’, como puede verse en estas frases: “El país necesita reales partidos, y no simples ‘paraguas’ en los que se guarecen tradicionales caciques” y “Es un hecho irrefutable que los guerrilleros del Eln se guarecen en el lado venezolano de la frontera”. No debe confundirse con guarnecer, como sucede en esta frase de El Sol: “… gente que por necesidad ocupa un espacio para proveerse un lugar donde guarnecer” y en esta de El Heraldo: “Los encapuchados se guarnecieron en los jardines del claustro”, pues guarnecer es ‘estar una tropa en un lugar para defenderlo’. Lo correcto en estos casos sería “… un lugar donde guarecerse” y “… se guarecieron en los jardines…”.
Sin ‘de’ y con ‘de’
Con los verbos exigir, requerir y necesitar se suele usar innecesariamente la proposición de antes del complemento de materia, “Exige de más recursos”, “La investigación requeriría de ayuda del Estado”, “La sede necesita de más vigilancia”. En los tres casos sobra la preposición de, “exige más”, “requiere ayuda” y “necesita más”. Otra cosa es que no siga inmediatamente el complemento de materia, “Exige de mí más recursos”, “Requeriría del Estado mucha más ayuda”, “La sede necesita de los vigilantes un mayor compromiso”.
Con los sustantivos hecho, pesar y caso, en cambio, se suele quitar erróneamente la proposición de, “El hecho que no haya firmado…”, “A pesar que no pagaron…”, “En caso que no cumpla…”. En las tres locuciones falta la preposición de, “El hecho de que no haya firmado…”, “A pesar de que no pagaron…”, “En caso de que no cumpla…”.
Lo mismo suele pasar con los verbos quejarse, olvidarse y hablar, “Se quejan que no los atiendan”, “Se olvidó que vencía el 30”, “Habló que no le gustan los juzgados”. En los tres casos falta la preposición de, “Se quejan de que…”, “Se olvidó de que…”, “Habló de que…”. Si no se quiere usar “de que”, para salvar el pellejo, la opción es darle otro giro al final, sin quitar la preposición de, “Se quejan de la falta de atención”, “Se olvidó de la fecha de vencimiento”, “Habló de su poco gusto por los juzgados”.
Opina, Comenta