28 de Noviembre de 2024 /
Actualizado hace 8 horas | ISSN: 2805-6396

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Opinión / Etcétera

Corte y Recorte

La situación de los departamentos

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OSCAR ALARCÓN NUÑEZ

 

En una conferencia que dictó el presidente Alfonso López Michelsen con motivo del centenario de la Constitución de 1886, aseguró que esa Carta les aplicó a los departamentos del país la más grande expropiación sin indemnización que se ha hecho en Colombia. Ella, según criterio del ilustre exmandatario, privó a los antiguos estados soberanos, sin ninguna compensación, de sus baldíos, de sus minas y de sus petróleos.

 

En efecto, el artículo 202 de la anterior Constitución decía que pertenecían a la República de Colombia:

 

- Los bienes, rentas, fincas, valores, derechos y acciones que pertenecían a la Unión Colombiana en 15 de abril de 1886.

 

- Los baldíos, minas y salinas que pertenecían a los Estados, cuyo dominio recobra la Nación, sin perjuicio de los derechos constituidos a favor de terceros por dichos Estados; o a favor de estos por la Nación a título de indemnización.

 

- Las minas de oro, de plata, de platino y de piedras preciosas que existan en el territorio nacional, sin perjuicio de los derechos que por leyes anteriores hayan adquirido los descubridores y explotadores sobre algunas de ellas.

 

Como consecuencia de ese zarpazo, los departamentos quedaron sin patrimonio, a la buena de Dios de los ministros de Hacienda, de los parlamentarios con los llamados auxilios parlamentarios o cupos indicativos, que los tiene en condición de mendicantes del poder central.

 

Al gobernador -citaba su ejemplo personal el mandatario en esa conferencia- no le tocaba más que usar un teléfono cada vez que había un paro de maestros para que abonen los emolumentos o se cubra un déficit fiscal de universidades, escuelas primarias y de bachillerato. Antes contaban con el situado fiscal y, más recientemente, con las regalías. Pero todo es insuficiente para los departamentos y para los apetitos políticos.

 

Esa grave situación se ha observado por estos días con el coronavirus y va a ser peor en el futuro. Las licoreras están ilíquidas y las loterías en seco, siendo que son ellas las principales fuentes de recursos en las provincias. Por consiguiente, la situación es clínica con hospitales cerrados y con médicos y paramédicos sufriendo las contingencias que nadie se había imaginado.

 

 

Muy Caro nos salió a los colombianos esa Constitución de don Miguel Antonio que dejó a los departamentos sin capital y a las capitales sin departamento.

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