La árbitra, una femenina, gais
Fernando Ávila
Fundación Redacción
Pregunta la lectora Ofilia Lara: Muy bien, ya sabemos que si es mujer es árbitra (y no árbitro), pero si se le antepone artículo, ¿es “un árbitra” o “una árbitra”, “el árbitra” o “la árbitra”?
Respuesta: Su pregunta tiene sentido, porque existe la norma de anteponer artículo masculino a sustantivo femenino que empiece por a tónica, como sucede con “el águila”, “un hacha”, “el área”, “un ama de casa”, pero, según recomendación de la Real Academia Española y de la Fundación del Español Urgente, es preferible “la árbitra”, “una árbitra”, aunque las secuencias “el árbitra”, “un árbitra”, no sean incorrectas, sino raras.
Se preguntará usted si hay algún otro caso en que esta norma ortográfica y fonética no se aplique. Las otras excepciones son las siguientes: los nombres de las letras a, hache y alfa, “debe agregarse la a” (no “el a”), “puede escribirse sin la hache inicial” (no “sin el hache”), “escribe una alfa antes de la omega” (no “un alfa”); los nombres propios de mujer, “la Ana de ayer no es la misma de hoy”, “me atendió una Ana, cuyo apellido no recuerdo” (no “el/un Ana”); las siglas, “la ANLA, Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, debe autorizarlo” (no “El ANLA”), y los nombres de seres sexuados femeninos, cuya escritura es igual a la de los masculinos respectivos, “la árabe que se enamoró de mí” (que es una mujer, no “el árabe”, que es un hombre).
También van con artículo masculino los nombres de países, “Fui a la Austria de la familia Trapp”, y de ciudades, “Visité la Ámsterdam de las vitrinas rojas”, incluyendo La Haya, cuyo artículo es parte del nombre propio.
Femenina
Pregunta el lector Óscar Díaz Álvarez: ¿Es correcto decir “una femenina” en vez de “una mujer”, como lo hacen los agentes de policía en las entrevistas radiales y televisivas?
Respuesta: El Diccionario de la lengua española, DLE, registra fémina como sinónimo de mujer, pero no femenina. La palabra femenina es un adjetivo que se aplica a lo ‘que se relaciona con la mujer’, “están abiertas las inscripciones en la categoría femenina” y ‘a lo propio de la mujer’, “la sabiduría femenina es superior”. En gramática se habla de palabras femeninas, “la víctima”, “una persona”, “alguna moto”, para distinguirlas de las masculinas, “el genio”, “un titán”, “ningún miembro”; de las de género común “el ciclista / la ciclista”, “un testigo / una testigo”, “algún amante / alguna amante”; de las de género ambiguo, “el azúcar / la azúcar”, “un tanga / una tanga”, “algún chance / alguna chance”, y de las de género epiceno, “el avestruz macho / el avestruz hembra”.
En el Diccionario de americanismos sí aparece la palabra femenina con el sentido de ‘mujer’. No es muy universal el uso, pues solo tiene la señal geográfica de Costa Rica, y tampoco cuenta con acogida general, pues aparte de su uso policial es poco frecuente y algo molesto en otros ámbitos. Sin embargo, cada profesión tiene su terminología técnica, y así como el lenguaje forense prefiere “decúbito supino” en vez de ‘bocarriba’ y “decúbito prono” en vez de ‘bocabajo’, los agentes de policía prefieren “femenina” en vez de ‘mujer’, “masculino” en vez de ‘hombre’ y “policial” en vez de ‘policía’.
Gais
Pregunta la lectora Isabel Ballesteros: ¿Por qué el plural de gay en español es gais y no gays?
Respuesta: Porque la letra y (i griega) puede ir en función de vocal solo al final de palabras terminadas en los diptongos decrecientes -ay (Uruguay, Bombay), -ey (ley, Camagüey), -oy (Sibundoy, estoy) y -uy (muy, Cocuy), pero no como vocal intermedia, salvo raras excepciones, como pyme y fraybentino. Al agregar a gay la s del plural, la i griega (y) pierde su posición final, lo que exige su cambio a i latina (i). Lo mismo que pasa con gay (singular) y gais (plural) pasa con espray (singular) y espráis (plural).
Opina, Comenta