Corte y Recorte
El Tratado Urrutia-Thomson
Oscar Alarcón Núñez
El pasado 22 de diciembre se cumplieron 98 años de la aprobación, por la Cámara de Representantes, del Tratado Urrutia-Thomson, por medio del cual EE UU indemnizó a Colombia por la pérdida de Panamá. Yo siempre me he preguntado a qué se debió ese pago que en su momento significó mucha plata, porque la verdad es que Panamá prácticamente nunca fue de Colombia. Declaró su independencia 11 años después de nosotros, el 28 de noviembre de 1821; se anexó voluntariamente a la Nueva Granada y varias veces se separó, sobre todo cada vez que había enfrentamientos armados en nuestro país. Es decir, siempre. Su permanencia la supeditaban a que adoptáramos un sistema federal. En 1841, Tomás Herrera logró que en una convención constituyente panameña se aprobara una norma que decía: “En ningún caso se incorporará el istmo a la república de la Nueva Granada bajo el sistema central”.
Con la Constitución centrofederal de la Confederación Granadina de 1853, se expidió al año siguiente un acto adicional que llamaba a Panamá como un “Estado federal soberano, parte integrante de la Nueva Granada”, reduciendo a solo ocho los negocios en los que podía intervenir la república frente al Estado de Panamá.
Luego de concluida la guerra de 1860, se convocó a una asamblea constituyente para crear los Estados Unidos de Colombia. Panamá se había separado de nosotros, circunstancia que determinó que el general Mosquera los invitara a hacer parte de la nueva república. Asistieron inicialmente como observadores, pero con la condición de que se estableciera un sistema federal. Así quedó consignado en el llamado Acuerdo de Colón.
Luego vendría la Constitución centralista de Núñez y Caro, que no gustó a los panameños, y bajo cuyo imperio se produjo la última separación en 1903, con el apoyo de EE UU.
Uno de los que más combatió el tratado Urrutia-Thomson, cuando se discutía en la Cámara en 1921, fue el representante Laureano Gómez, quien como ministro de Obras Públicas del gobierno del general Pedro Nel Ospina fue el que más se benefició de la indemnización de los 25 millones de dólares que dieron EE UU a Colombia. Con ellos hizo todas las obras que lo llevarían a la Presidencia de la República, como cualquier Vargas Lleras. Sus aspiraciones políticas navegaron como por entre un canal.
Pero vuelvo a mi pregunta inicial: ¿La indemnización por qué se la dieron a Colombia si Panamá siempre fue de Panamá?
Opina, Comenta