Anecdotario Político
Benjamín Ardila Duarte
Los ministros de Hacienda y Economía deben consultar a las asociaciones de capital, a las de trabajo y a los decanos de Economía. La academia, el sindicalismo y los empresarios son parte de la vida nacional y su opinión cuenta en el diseño de la política económica que se ejecuta.
El nuevo ministro de educación, Alejandro Gaviria, conoce perfectamente lo que es ser alumno, maestro y directivo. Desde el año 1918 –en Córdoba (Argentina)–, se consiguió la representación equitativa de estudiantes, docentes y administradores educativos en la programación de la enseñanza y en su aplicación pedagógica.
La “gabinetología”, discusión sobre ministros de posible nombramiento, antecede a las posesiones presidenciales. En Francia, fue el gran deporte nacional esa adivinanza desde 1875 hasta 1940 y en la IV República, cuando había ministerios mensuales. Solo se defendió el país de ministros de corto plazo con una burocracia estable y una administración pública especializada y por concurso. En Colombia, en cada cuatrienio, muchos aspirantes se quedan con esmoquin comprado y ropero nuevo.
El problema carcelario: el castigo al delincuente y la resocialización van de la mano en la escuela positiva de Ferri. La criminogénesis estudia y dice que hay causas sociales, económicas, políticas y sicológicas en la delincuencia. Nuestro sistema carcelario adolece de graves fallas. Faltan penas alternativas y construcciones modernas, para acabar el hacinamiento que viola los derechos humanos de los internos. Un buen presupuesto para el sector y un Inpec sin cien sindicatos es el punto de partida de la reforma. El detenido es un ser humano que requiere respeto en su desgracia.
El cálculo del político al hablar o al escribir debe estar bajo su voluntad y dominio. No siempre el estallido de la frase improvisada es malo. Manzoni dijo de Cavour que tenía la prudencia y la imprudencia que deben caracterizar a un estadista. El doctor Carlos Lleras decía que las rabietas de Olaya Herrera eran teatrales.
El Parlamento Británico es modelo seguido por las antiguas colonias: EE UU, India, Canadá, Australia, Chipre o Jamaica. Ello a pesar de paradojas: un rey que no reina, un speaker que apenas habla, y un jefe de oposición que cobra sueldo por criticar al Gobierno. Y en las colonias no hay aristócratas para hacer una Cámara de Lores.
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