Fiscal General y maltrato animal
Carlos Andrés Muñoz
Director de Abogato Jurídico
Magíster en Bioética de la Universidad Javeriana
Por el tiempo y el poder que implica estar en la dirección de la Fiscalía General de la Nación, Néstor Humberto Martínez Neira es el principal responsable de la desprotección de los animales en Colombia. Esto lo concluyo después de analizar el tipo penal de maltrato animal y el rol del fiscal general, que no ha estado a la altura de las circunstancias históricas, analicemos todo detalladamente:
- Al estudiar la política criminal colombiana desde un enfoque para la protección y prevención del maltrato a los animales el referente más llamativo es la Ley 1774, del 6 de enero del 2016, dicha Ley de Protección Animal es la más importante de los últimos 30 años en esa materia. Una norma que crea un tipo penal de maltrato animal; que actualiza y aumenta las multas del Estatuto de Protección Animal –Ley 84 de 1989-; que admite por primera vez en el Código Civil que los animales son seres sintientes y entrega herramientas para la protección animal como la figura de aprehensión material preventiva.
- Néstor Humberto Martínez Neira asume, el 1º de agosto del 2016, la Fiscalía General de la Nación y entra a tener un papel decisivo en el diseño e implementación de una política criminal de Estado, lo que incluye la protección animal.
- A comienzos del 2017, la Fiscalía General pidió a la Corte Constitucional que se declarara inexequible la pena de prisión a maltratadores de animales, contemplada en la Ley 1774, por desconocer los principios de proporcionalidad y necesidad (Sentencia C-041, del 1º de febrero deL 2017). Esta pretensión ha sido desestimada -hasta el momento- por la alta corte, que se ha pronunciado en reiteradas ocasiones sobre la constitucionalidad de la ley.
- Hay que reconocer que a la Fiscalía le asiste el derecho, y sobre todo el deber, de pronunciarse sobre un delito cuando hay aparentemente una inconstitucionalidad, aún más si considera que es obstáculo para una coherente política criminal. Debe entonces hacer lo que esté a su alcance para intentar remediar las aparentes fallas; sin embargo, luego de poner a consideración sus pretensiones ante la Corte Constitucional y que esta no hiciera caso a sus intenciones, el deber del Fiscal es acatar dicha constitucionalidad y legalidad e intentar implementar de la mejor manera los preceptos de la ley.
- El reto de un Fiscal General frente a una política criminal que ahora incluye a los animales como seres sintientes y establece un tipo penal para quienes los maltraten es enorme, pese a ello, en todo el 2017, 2018 y lo que llevamos de 2019, no se han realizado acciones relevantes que hagan ver la intención de aportar a los objetivos y el buen proceder de la ley.
- Néstor Humberto Martínez no hace ni deja hacer acciones relevantes por los animales en Colombia, dejó de insistir en atacar la constitucionalidad del delito y no emprende acciones en la entidad para progresar en protección Animal. En la Fiscalía General de la Nación no saben después de casi dos años y medio cómo tratar el delito de maltrato animal, no hay capacitación jurídica relevante ni tecnificación que permita prever que las noticias criminales que puedan enmarcarse en ese delito se acoplen al ordenamiento judicial colombiano.
- En cuanto a los grandes responsables de la desprotección de los animales, actualmente, congresistas liberales piden la renuncia del ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, por decisiones que ha tomado su despacho en contra de los animales, algo que está más que probado. Ahora bien, si hablamos de los que han podido hacer algo por los animales y no han hecho nada hay que nombrar también a los ministros de Justicia, quienes no se han manifestado con acciones concretas; recordemos que una de las grandes decepciones fue el paso sin pena ni gloria de Enrique Gil Botero, que se había manifestado defensor de animales con sus argumentos cuando fue magistrado del Consejo de Estado, pese a ello, cuando tenía el poder para dar verdadera incidencia su mayor logro fue una simple declaración retórica en defensa de los animales, pero sin efectos prácticos, no basta la intención.
En fin, existirán más responsables, pero no son equiparables al Fiscal General, pues nunca antes alguien había tenido tanto poder, y por tanto tiempo, para actuar frente al maltrato animal y no lo ha hecho.
Ya sea por falta de compromiso, ignorancia o incapacidad es que Néstor Humberto Martínez es a mi consideración el principal responsable de la desprotección animal en Colombia.
Y lastimosamente un tipo penal que no tenga el compromiso institucional de la Fiscalía para su investigación está en peligro de ser mera literatura jurídica.
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