La suspensión del programa Mi Casa Ya eleva las cuotas hasta un 40 %: Corficolombiana

El sector de la construcción en Colombia enfrenta un panorama incierto en 2025, a pesar de las señales de recuperación observadas en 2024. Los retrasos en la ejecución de proyectos de infraestructura y las políticas insuficientes en materia de vivienda han generado un entorno de incertidumbre. Esto podría comprometer la sostenibilidad del crecimiento en los próximos años y limitar el acceso a soluciones habitacionales, especialmente para los hogares de ingresos bajos y medios.

La suspensión del programa Mi Casa Ya ha sido uno de los principales factores que contribuyen al debilitamiento de este sector. Este programa, que históricamente ofrecía subsidios a la cuota inicial y alivios en tasas de interés, dejó de recibir postulaciones desde diciembre del 2024. Su desaparición ha impactado negativamente la confianza de constructores y hogares, afectando directamente las ventas y los lanzamientos de proyectos VIS.

Según Corficolombiana, el impacto en los hogares de ingresos medio-bajos ha sido especialmente severo. Sin los subsidios de Mi Casa Ya, las cuotas mensuales de una vivienda VIS podrían incrementarse hasta en un 40 %. Esto significa que muchos hogares con ingresos menores a 2,5 salarios mínimos quedan excluidos de la posibilidad de adquirir vivienda propia, lo que limita significativamente el acceso a este tipo de soluciones habitacionales.(Lea:Subsidios de vivienda del programa “Mi casa ya” fueron suspendidos por el Gobierno)

Por ejemplo, un hogar que esperaba adquirir una vivienda VIS de 135 SMMLV a 15 años con una tasa de interés del 11 %, con el subsidio de Mi Casa Ya podía pagar una cuota de 1,2 millones de pesos, pero sin este beneficio ahora tendría que pagar una cuota cercana a los 1,7 millones de pesos.

Las cifras reflejan una desaceleración generalizada en el mercado inmobiliario. Durante 2023, las ventas, lanzamientos e iniciativas de vivienda registraron descensos de hasta un 40 %. Aunque en 2024 hubo señales iniciales de recuperación, los niveles de comercialización aún están por debajo de los registros históricos. La falta de incentivos para la demanda continúa afectando el sector, reduciendo los lanzamientos de proyectos VIS y VIP y complicando aún más el panorama.

En cuanto a la política de vivienda, el Gobierno ha anunciado su enfoque en mejoras habitacionales. Sin embargo, con solo 10 mil subsidios asignados frente a una meta de 400 mil, la ejecución se mantiene en un caso 2,6 %. 

El programa Mi Casa Ya había alcanzado un impacto significativo en años anteriores, beneficiando a más de 60 mil hogares anualmente en 2021 y 2022. Sin embargo, las reducciones presupuestales y la falta de coberturas de tasas de interés en 2024 han limitado su continuidad, dejando al sector de la construcción y a los hogares en una posición vulnerable.

Para Corficolombiana, el panorama del sector constructor en Colombia exige acciones urgentes y coordinadas. La ausencia de políticas claras y efectivas no solo afecta el acceso a la vivienda, sino que también desacelera una de las actividades económicas clave del país.

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