Los retos laborales con la llegada del coronavirus (covid-19)
26 de Marzo de 2020
Rafael Abuchaibe
Asociado del Área Laboral Lloreda Camacho & Co
Hasta hace un poco más de una semana nuestra vida laboral no se había visto mayormente afectada por la propagación en Asia y Europa del coronavirus. A pesar de escuchar sobre la rápida propagación del virus en otros países, continuábamos con nuestras jornadas laborales y compromisos adquiridos, sin llegar a imaginarnos la situación en la que nos íbamos a encontrar hoy.
Cuando el 11 de marzo del 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al coronavirus como una pandemia, las diferentes entidades del Gobierno expidieron algunas directrices generales para afrontar, desde el punto de vista laboral y del manejo del talento humano, al virus que ya había llegado a Colombia.
Para esa fecha solo algunas multinacionales que ya habían enfrentado al coronavirus en otros países, de forma preventiva en Colombia habían enviado a sus colaboradores a trabajar desde casa. Así las cosas, la mayoría de los empleadores se encontraron ante una situación sin precedente y sin tener unos lineamientos claros de cómo manejar el trabajo en casa, flexibilización de jornadas laborales y, en algunos casos, la suspensión de actividades. Las primeras recomendaciones proferidas por los ministerios de Salud y Protección Social y del Trabajo estaban encaminadas a que los colombianos continuaran prestando sus servicios, pero de forma remota.
Sin duda alguna, la primera inquietud que le surgió a todos los empleadores fue cómo implementar el teletrabajo, el cual es una figura jurídica en Colombia que exige el cumplimiento de unos requisitos poco flexibles que hacen muy compleja su implementación en situaciones de emergencia como las actuales. A pesar de que funcionarios de los ministerios mencionados insistían en que el teletrabajo podía implementarse sin todos los requisitos de ley, ante las eventuales contingencias de implementar esta medida sin el lleno de los requisitos, los empleadores en Colombia no estaban convencidos de cómo aplicarlo sin que ello representara un riesgo, tanto para los colaboradores como para ellos.
Luego de que diferentes administraciones locales insistieron en el trabajo desde casa, el Presidente de la República expidió la Directiva Presidencial 02 del 12 de marzo del 2020, en la cual expuso un concepto diferente al del teletrabajo, por medio del uso de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC). Finalmente, una semana después de que la OMS declarara al coronavirus como una pandemia, el 17 de marzo del 2020, el Mintrabajo se pronunció oficialmente sobre la figura jurídica del trabajo en casa mediante la Circular 0021 del 17 de marzo del 2020. Con esta circular se aclaró cómo enviar a casa a los colaboradores de las empresas sin el cumplimiento de todos los requisitos legales necesarios para la implementación del teletrabajo.
Sin duda, este fue el primer reto al que nos vimos enfrentados desde la perspectiva laboral y del manejo del talento humano con la llegada del coronavirus a Colombia.
Una vez aclarado el trabajo en casa, nos enfrentamos a un siguiente reto, que, desde mi punto de vista, es de mayor complejidad que el primer reto expuesto.
La circunstancia a la que se vieron expuestos los empleadores fue la de decidir quiénes tenían la posibilidad de trabajar desde sus casas. No hay duda de que las decisiones que se han tomado en el país, desde el gobierno y desde el sector empresarial, han sido para garantizar la seguridad y salud de los colombianos, sin embargo, no todos los sectores productivos de Colombia están preparados para trabajar de forma remota.
Si bien algunos empleadores lograron enviar a todo su personal a realizar el trabajo en casa, los sectores de la aviación, minería, manufactura y de alimentos, aseo y seguridad, entre otros, no pueden realizar el trabajo de forma remota, ya que se necesita la prestación personal del servicio en el sitio de trabajo.
El hecho de que no todos los colaboradores puedan prestar los servicios de forma remota bajo la figura del teletrabajo, nos enfrenta a un tercer reto de cara con la seguridad y salud de estas personas. Todas las entidades del gobierno, en especial el Ministerio de Salud y Protección Social, han realizado una serie de recomendaciones para mejorar la higiene en los sitios de trabajo. Sin embargo, y sobre lo que no se han pronunciado estas entidades, es cómo enfrentar este tercer reto que más allá de mejorar la higiene y limpieza y tomar ciertas medidas de prevención para la propagación del Coronavirus, los empleadores deben ajustar su Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SGSST).
Las empresas tuvieron que adoptar medidas de carácter urgente y de manera prioritaria para ajustar el SGSST y enfrentar esta situación que nos afecta a todos. El primer ajuste que se tuvo que realizar fue la de modificar la matriz de riesgos para incluir al coronavirus como un riesgo relevante para la seguridad y salud de los colaboradores.
Pero más allá de ajustar la matriz de riesgos, las empresas tuvieron que establecer un protocolo de emergencia para determinar un único responsable de la comunicación para que los colaboradores puedan reportar si tienen síntomas relacionados con el coronavirus, reportar si existen casos sospechosos de otros colaboradores, así como emitir informes y comunicados a los colaboradores.
Así mismo, este protocolo tuvo que definir cómo sería el manejo de situaciones con personas con síntomas de resfriado común, personas en aislamiento preventivo mientras se define su situación (resultados de pruebas), establecer medidas físicas de prevención (instalación de dispensadores de gel antibacterial, desinfección de puestos de trabajo y entrega de tapabocas), enviar comunicados sobre medidas de prevención generales y medidas de prevención en caso de viajes, así como las obligaciones de autocuidado de los colaboradores.
Al juntar las situaciones expuestas a lo largo de este artículo, que dieron origen a los tres retos en materia laboral y del talento humano, nos enfrentamos a un cuarto reto, que se resume en la disminución de los servicios que presta cada empresa, lo que ya se empieza a ver reflejado en la desaceleración de la economía del país. En ese sentido, los gremios empresariales deben empezar a tomar medidas drásticas ante la imposibilidad de prestar servicios por la disminución de la oferta y demanda del mercado.
Si bien primero deben adoptarse medidas de teletrabajo, y flexibilización de jornadas de trabajo para seguir impulsando desde cada empresa la economía de nuestro país y así proteger las actividades generadoras de empleo, el Mintrabajo profirió algunas recomendaciones con el fin de proteger el empleo y la actividad productiva.
Mediante la Circular 0021 del 17 de marzo del 2020, el Mintrabajo se pronunció sobre las medidas para “la protección del empleo con ocasión de la fase de contención de covid-19 y de la declaración de emergencia sanitaria”. Es de resaltar que la circular que profiere el Mintrabajo incluye algunas recomendaciones, y no obligaciones, para que los empleadores consideren al momento de tomar decisiones que afecten el empleo de los colaboradores de las empresas.
Las primeras dos recomendaciones de la circular del Mintrabajo son las de trabajo en casa y teletrabajo, las cuales ya abordamos anteriormente. La siguiente recomendación está encaminada a la flexibilización de la jornada laboral, de la cual se puede resaltar que en los casos en los cuales no sea posible la implementación del teletrabajo o trabajo en casa, se deberá adoptar como medida alterna la flexibilización del horario de trabajo para así evitar la exposición de los colaboradores en los sistemas públicos de transporte en horas pico, organizando al menos tres turnos de entrada y salida a lo largo de la jornada laboral.
Si bien esto es una alternativa que debemos explorar para mitigar la desaceleración económica del país, debemos estar preparados ya que cada día las autoridades sanitarias insisten en que debemos quedarnos en casa para evitar la propagación del coronavirus. Ante esta situación, se plantea la posibilidad de otorgar vacaciones o licencias remuneradas, siempre garantizando el pago del salario de los colaboradores.
Luego de analizar estos cuatro retos a los que nos vemos enfrentados desde la perspectiva laboral y del manejo del recurso humano, invito a todos, en la medida de lo posible, a continuar prestando servicios desde sus casas utilizando las figuras que hoy nos brinda la legislación colombiana, siempre salvaguardando la seguridad y salud de todos.
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