El trabajador está en la obligación de reintegrarse a sus labores cuando terminan las incapacidades, pues lo contrario podría conllevar a la terminación del contrato de trabajo por justa causa al no prestar efectivamente sus servicios, en los términos de los artículos 58 a 62 del Código Sustantivo del Trabajo, precisó la Corte Suprema de Justicia. De otra parte, agregó el alto tribunal, guardar silencio para sorprender al empleador buscando el pago de una indemnización moratoria, además de alejar al trabajador de los postulados de buena fe y lealtad, es una conducta que la ley y la jurisprudencia no puede soportar (M.P. María Cecilia Dueñas Quevedo).