Anif sugiere aumento del 6 % en el salario mínimo para reducir la brecha laboral
02 de Diciembre de 2024
Este lunes, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) presentó su propuesta para el incremento del salario mínimo en Colombia para el año 2025. El documento sugiere un ajuste moderado del salario, basado en las proyecciones de inflación y productividad, lo que podría tener importantes repercusiones en la estructura económica y social del país. A continuación, se analiza el contexto de este planteamiento, teniendo en cuenta diversos factores que influyen en la fijación del salario mínimo en Colombia.
Según el gremio, el salario mínimo en Colombia ha experimentado incrementos constantes que superan tanto la inflación como el crecimiento de la productividad, una tendencia que ha sido influenciada por decisiones políticas más que por factores técnicos. Esta dinámica se ha sostenido a lo largo de los años, generando un debate sobre su sostenibilidad a largo plazo, dado que los aumentos salariales excesivos pueden generar desequilibrios en la economía. En este sentido, los análisis técnicos sugieren que el salario mínimo debería ajustarse de manera más alineada con los indicadores económicos fundamentales para evitar distorsiones. (Lea: Sindicatos rechazan propuesta inicial del Gobierno sobre el salario mínimo)
Uno de los principales efectos del salario mínimo en Colombia es la creciente concentración de trabajadores en niveles salariales bajos. En 2023, el 54,7 % de los trabajadores ganaba hasta un salario mínimo, un porcentaje superior al de años anteriores, lo que refleja una tendencia de estancamiento salarial y una mayor segmentación en el mercado laboral. Este fenómeno contribuye a una creciente desigualdad entre los trabajadores que reciben el salario mínimo y aquellos que perciben salarios más altos, acentuando las disparidades económicas en el país.
Además, los incrementos salariales afectan de manera desigual a las diferentes empresas del país. En particular, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) enfrentan una mayor carga de costos laborales en comparación con las grandes corporaciones, lo que puede dificultar su competitividad y sostenibilidad. Estas empresas, que son el motor de la economía local, se ven particularmente afectadas por los ajustes salariales, ya que su capacidad para asumir aumentos salariales es más limitada debido a márgenes de ganancia más ajustados.
En cuanto a la informalidad laboral, en lo que va del 2024, el 56 % de los ocupados se encuentran en la informalidad, lo que significa que no tienen acceso a los beneficios derivados de la negociación del salario mínimo. Esta situación refleja una problemática estructural en el mercado laboral colombiano, donde una porción significativa de los trabajadores no está protegida por la legislación laboral, lo que aumenta la exclusión social y económica.
De acuerdo con Anif, un incremento moderado del 6 % en el salario mínimo, alineado con las proyecciones de inflación (5 %) y productividad (0,78 %), podría contribuir a reducir la brecha entre trabajadores formales e informales y evitar efectos adversos en la competitividad de las empresas.
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