Las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional durante la emergencia sanitaria, como son el aislamiento social y el distanciamiento físico, pueden generar en la población diferentes reacciones emocionales y conductuales, tales como el temor a enfermarse o morir, soledad, miedo, angustia e irritabilidad, que podrían favorecer comportamientos de riesgo como uso de licor, tabaco u otra sustancias sicoactivas, aislamiento, conflictos familiares e, incluso, violencia. Por esta razón, el Ministerio de Salud, a través de la Circular Externa 26, del 22 de abril, estableció una serie de instrucciones tanto a gobernadores y alcaldes como a secretarías de salud, EPS, planes adicionales de salud, ARL, entidades adaptadas de salud y aquellas de regímenes especiales y de excepción.