Frente a una consulta relacionada con la posibilidad de aproximar en decenas o centenas las facturas de servicios públicos domiciliarios, la Superintendencia de Servicios Públicos precisó que para el sector de energía eléctrica y gas combustible es admisible el ajuste a la decena más cercana, mientras que para el sector de agua potable y saneamiento básico el ajuste es admisible a dos decimales. El régimen de servicios públicos no hace mención alguna a la posibilidad de que un prestador ajuste su facturación a la decena o centena más cercana, partiendo del hecho de que se debe cobrar lo que efectivamente se haya consumido. No obstante, como resulta complicado facturar cuando se presentan estas diferencias, la regulación ha permitido que los prestadores ajusten la facturación ante cifras decimales en beneficio propio y de sus usuarios para facilitarles la actividad de pago.