Reforma a la salud detona crisis en la coalición de Gobierno
26 de Abril de 2023
La Comisión Séptima de la Cámara de Representantes aprobó, en la tarde de ayer, la ponencia mayoritaria de la reforma a la salud, con una votación de 10 contra 8. Si bien esto no significa que la reforma haya sido aprobada, pues aún resta la votación del articulado, es un gran paso para la iniciativa, pues el Ejecutivo aseguró que se discuta su propuesta.
Al inicio del debate hubo una amplia discusión sobre cuál ponencia debía discutirse primero: la de Gobierno o la alternativa, presentada por el liberal Germán Rozo. “Tenemos nuestra ponencia que esperamos la podamos debatir, esperamos que nos permitan discutirla”, comentó el representante.
Sin embargo, la mesa directiva, liderada por el representante Agmeth Escaf, insistió en que la primera ponencia en llegar fue la mayoritaria del Gobierno y por ende debía darse debate a esta.
Tras la intervención de los principales ponentes, llegó el momento de la votación de la ponencia para decidir si se continuaría o no con la discusión del articulado presentado por el Ejecutivo, ante esto, el representante conservador Gerardo Yepes comunicó que se retiraba de la sesión, puesto que estaba de acuerdo con muchos elementos del proyecto pero su partido había tomado la decisión de no apoyar la iniciativa.
“Como legislador me retiro de este recinto para ser coherente con mi pensamiento”, expresó Yepes, que agregó: “respeto al Partido Conservador, pero respeto la determinación que como congresistas tenemos. Aquí tenemos que defender los intereses de la gente que sufre y reclama que cambiemos el sistema de salud”.
Posterior a esto, el representante Jorge Alexander Quevedo, también conservador, señaló que no podía participar de la discusión, pues su colectividad se los había prohibido. La salida de los dos representantes ayudó a consolidar los votos necesarios para que el proyecto pasara.
Ante esta situación, la representante Carolina Arbeláez, de Cambio Radical, denunció ante la Comisión una supuesta reunión de la ministra Carolina Corcho con los representantes conservadores antes del debate: “usted ha viciado el trámite”.
“Aquí no hay componenda, hay coherencia”, respondió Quevedo, que reiteró que su salida se debía a que su partido no había llegado a un acuerdo con la reforma.
Al final, las ausencias de los dos representantes conservadores y uno de La U fueron suficientes para que el proyecto pasara con, siendo la sorpresiva votación positiva de la representante María Eugenia Monsalve (Liberal) la que desequilibró lo que iba a ser un empate.
Luego de la votación, la representante Katherine Miranda, que hizo presencia en el debate, dejó una constancia sobre los vicios que tendría el trámite del proyecto de reforma a la salud y expuso sus razones.
Primero, sostuvo la congresista, se discutieron y votaron impedimentos, aun cuando los miembros de la Comisión se encontraban recusados en la sesión del 18 de abril. Así mismo, insistió en que la ministra Carolina Corcho ha tenido injerencia en el trámite legislativo a través de sus declaraciones en medios de comunicación: “han tenido injerencia en la ponencia mayoritaria y la enmienda radicada sobre esta, atentado contra la democracia y separación de poderes, lo que puede generar vicios de procedimiento por violar la Constitución y el reglamento del Congreso de la República”.
Finalmente, la congresista expresó que el Gobierno del cambio no podía caer en las mismas actitudes que en pasadas administraciones: “no es aceptable que se está pidiendo la renuncia de viceministros y tampoco la denuncia de ofrecimiento de componendas”.
La amenaza de César Gaviria
Durante el debate de la Reforma a la Salud, el líder del Partido Liberal, César Gaviria, anunció a través de un comunicado que sancionaría a los congresistas que desconozcan la directriz del partido, así como “a aquellos que reciban recursos del Estado y cuyo propósito sea vulnerar las decisiones del Partido Liberal Colombiano, en relación con el proyecto en discusión, recibirán sanciones del mismo tipo”.
Además, expresó que estas conductas rayan con el delito, porque “podrían ser entendidas como cohecho, con la aplicación de sanciones conforme a los fallos que han sido aplicados por la Corte Suprema en el pasado reciente”.
Ante esta declaración, 18 congresistas liberales presentaron una respuesta formal al expresidente, en la que reclaman que las decisiones las tome la bancada y no el presidente del partido.
“Recibimos con molestia e indignación la declaración que usted hizo el día de ayer, no solo por el contenido, sino por las improcedentes y antidemocráticas decisiones que se anuncian en la misma”, dice el documento.
Ruptura de la coalición
En este escenario de enfrentamiento interno entre liberales, el presidente Gustavo Petro concluyó la dificultad que tendrá para pasar su reforma a la salud, y probablemente otras que se tramitan en este momento en el Legislativo.
“A pesar del voto mayoritario en las urnas que pide un cambio en Colombia, este se intenta cerrar con la amenaza y el sectarismo”, dijo.
Entonces, anoche anunció que replanteará su Gobierno, traducido como una crisis ministerial en la que probablemente retire a varios funcionarios que representan a los partidos que están en la coalición y no apoyen sus reformas.
El panorama que se abre indica que el mandatario moverá fichas para garantizar gobernabilidad, sin contar con algunos partidos, y en el Legislativo trabajará con cada congresista para que se una a sus propuestas.
Reacciones desde el Congreso
El presidente del Congreso, Roy Barreras, teme un “resbalón hacia el caos”, según declaraciones a medios de comunicación. Apelando a su talante liberal, dijo que el presidente de la República gobierna para la totalidad de los colombianos y no solo para los que lo votaron.
Por su lado, el presidente de la Cámara, David Racero, se nota más inclinado a la visión de Petro, pues dijo a sus colegas que respondan a sus electores y no a los partidos.
Es un momento en el que no solo están en juego las reformas del Ejecutivo, sino también la gestión de su mandato, y probablemente tendrá nuevos funcionarios libres de las órdenes de los partidos tradicionales, lo que sería inédito para el país con un Gobierno más a la izquierda de lo que ha conocido.
Pero también se inaugura un escenario de pugnas internas en los movimientos políticos para definir liderazgos, en un ambiente previo a las elecciones regionales.
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