El Tribunal Supremo de Canadá declaró inconstitucional la ley nacional que les prohíbe a los médicos practicar el suicidio asistido a sus pacientes.

La decisión fue tomada por la magistrada Lynn Smith, quien, en una sentencia de 395 páginas, señaló que “la ley infringe los derechos de igualdad de forma injustificable”.

En el fallo, Smith concedió un año al Parlamento canadiense, para que aprueben una ley que regule el suicidio asistido.

Según la magistrada, el suicidio no es ilegal en Canadá. Por lo tanto, la ley de 1892 que penaliza el suicidio asistido “contraviene el artículo 15 de la Carta Magna, que garantiza la igualdad de derechos. Con la normativa actual, las personas válidas tienen más derechos que las inválidas o las minusválidas para acabar con su propia vida”, explicó.

Smith dictaminó que Gloria Taylor, de 64 años, quien padece esclerosis lateral amiotrófica, tiene derecho a quitarse la vida voluntariamente en los próximos 12 meses, siempre que lo haga constar por escrito y un médico declare que no tiene esperanza de recuperación.

La sentencia precisa que el suicidio asistido solo podrá ponerse en práctica sobre “adultos lúcidos, plenamente informados, que no tengan dudas, libres de toda forma de presión psicológica, no diagnosticados como depresivos y que lo hayan solicitado personalmente, nunca a través de un tercero”. 

De ser aprobado en el Parlamento, Canadá se uniría al grupo de países donde el suicidio asistido es legal, integrado por Suiza, Holanda, Bélgica y Luxemburgo.

Con información de El País