Después de la polémica que se desató cuando el presidente de la República, Gustavo Petro, afirmó ser el jefe de Estado y por ende el jefe del Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa, las altas cortes se pronunciaron defendiendo la separación de poderes y haciendo un llamado a la sensatez.

Para superar el impasse, se programó una cumbre a la que asistieron el mandatario y los presidentes de la Corte Suprema de Justicia, Fernando Castillo Cadena; Consejo de Estado, Jaime Enrique Rodríguez Navas; Corte Constitucional, Diana Fajardo Rivera, y del Consejo Superior de la Judicatura, Aurelio Enrique Rodríguez Guzmán.

Tras esa reunión, sus participantes reafirmaron la adhesión al principio de separación de poderes como presupuesto esencial del Estado de derecho, y los magistrados coincidieron con el mandatario en la necesidad de mantener el firme compromiso de encauzar las diferencias a través de los mecanismos institucionales, dentro del respeto irrestricto a la autonomía e independencia judicial.

Del encuentro también salió una invitación para que todos los actores institucionales, políticos y sociales actúen dentro del estricto marco de sus competencias, en la colaboración armónica entre las distintas ramas del poder público para el cumplimiento efectivo de los fines esenciales del Estado, así como a preservar un diálogo franco, directo y constructivo.