Justicia ambiental debe basarse en equidad y prevención: Minjusticia

En el marco de la COP16, la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, participó en el foro “Paz con justicia ambiental: una apuesta necesaria”. Durante su intervención, destacó la importancia de la relación entre la paz, la justicia ambiental y la sostenibilidad como pilares fundamentales para la construcción de una Colombia más justa y comprometida con la protección del medio ambiente.

La ministra enfatizó que estos conceptos deben integrarse en las políticas públicas para lograr una paz duradera en el país, en la que se priorice tanto la protección de la naturaleza como la seguridad humana. Buitrago explicó que la justicia ambiental en Colombia se basa en cuatro principios fundamentales: justicia distributiva, justicia participativa, sostenibilidad y precaución.

Estos principios guían la acción del Estado en la defensa del medio ambiente y permiten avanzar hacia un modelo que contemple no solo la conservación ecológica, sino también las necesidades y derechos de las comunidades más vulnerables. Según la funcionaria, estos principios son clave para abordar los impactos ambientales de manera equitativa y justa. (Lea: La degradación ambiental no solo afecta la biodiversidad, también agrava la desigualdad: Petro)

Uno de los puntos centrales de su intervención fue la justicia distributiva, que busca garantizar que las comunidades más afectadas por la degradación ambiental, como los pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos, no carguen de manera desproporcionada con los impactos negativos. Además, la justicia participativa resalta la importancia de incluir a estas comunidades en los procesos de toma de decisiones, reconociendo sus conocimientos y su relación con el entorno natural. Esto, según Buitrago, es esencial para lograr una justicia ambiental verdaderamente inclusiva.

La ministra también destacó la relevancia de la sostenibilidad como eje transversal en la gestión ambiental, subrayando la necesidad de utilizar los recursos de manera responsable para proteger el derecho a un ambiente sano para las generaciones presentes y futuras. Asimismo, mencionó el principio de precaución, que permite a las autoridades tomar medidas preventivas ante la sospecha de posibles daños ambientales, incluso si aún no existen pruebas definitivas. Este enfoque preventivo es clave para evitar daños irreversibles al medioambiente.

En este sentido, Colombia reafirma su compromiso con la justicia ambiental a través del Acuerdo de Escazú, un instrumento internacional que promueve la protección de los ecosistemas y la gestión sostenible de los recursos naturales. Buitrago explicó que este acuerdo también busca reducir los riesgos de conflicto y de actividades ilícitas que contribuyen a la degradación ambiental, siendo un pilar clave en los esfuerzos del país por proteger su biodiversidad.

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