Con la Resolución 1359 del 2020, fueron adoptadas las medidas generales de bioseguridad que deben acoger los operadores de juegos de suerte y azar localizados, esto es, casinos y bingos, con el fin de disminuir el riesgo de transmisión del covid-19 de persona a persona, durante el desarrollo de tales actividades y, de esta forma, asegurar la reactivación de estas actividades. Este protocolo es complementario al definido en la Resolución 666, del 24 de abril del 2020, y a las demás medidas que los responsables de cada una de las actividades previstas crean necesarias. Por ejemplo, se ordena limitar el número de usuarios dentro del establecimiento de comercio, para ello implementará filas o turnos de acceso que eviten aglomeración de personas, de acuerdo con el tamaño del local, garantizando la correcta circulación del aire. También pide disponer de ayudas tecnológicas para que el cliente pueda jugar en máquinas electrónicas tragamonedas, mesas, bingos, ruletas y similares.