La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia explicó que un emplazamiento procede válidamente si colma rigurosamente todas las exigencias establecidas en la ley, en vista de las desventajas que pueden derivarse para el demandado de dicha forma de notificación. Es por esto que la buena fe y la lealtad del actor a su manifestación juramentada en cuanto a los presupuestos que obligan al emplazamiento del demandado es de vital importancia para determinar la validez de esta forma de notificación y de las actuaciones procesales posteriores. Pero si esa manifestación del demandante se demuestra falsa y el emplazamiento resulta anómalo, debe acarrear con las consecuencias estipuladas en el artículo 319 del Código de Procedimiento Civil, cual es la nulidad de lo actuado, que puede invocarse mediante el recurso de revisión. Consulte en la sentencia adjunta los requisitos formales y materiales del recurso extraordinario referido (M. P. Álvaro Fernando García).