La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia recordó que el autor de una obra derivada goza plenamente de la totalidad de los derechos tanto morales como patrimoniales inherentes, como si se tratara de una obra primigenia. No obstante, explicó que en este caso el ejercicio de los derechos de uso y explotación de la obra derivada está siempre condicionado a la autorización previa y expresa que el autor o titular de los derechos correspondientes sobre la obra primigenia le otorgue. En ese contexto, en el pronunciamiento se indica que la obra derivada tiene como característica esencial provenir o basarse en una obra primigenia, como sucede con las traducciones, las adaptaciones, los arreglos, las transcripciones u orquestaciones, las antologías, las compilaciones, las colecciones, las paráfrasis, los compendios y otras formas de transformación o reelaboración de obras literarias o artísticas (M. P. Fernando Giraldo Gutiérrez).