Contabilidad y sostenibilidad: retos para los contadores públicos

Mauricio Gómez Villegas
Contador General de la Nación

En esta fecha en la que se cumplen 50 años del establecimiento del Día de las y los Contadores Públicos en Colombia, debemos reflexionar sobre la trayectoria y los logros de nuestra profesión, así como sobre los retos para el futuro. Quisiera, por tanto, abordar uno de los temas que se encuentran en esta agenda de reflexión: la sostenibilidad.

La sostenibilidad se muestra como uno de los desafíos más apremiantes en la actualidad y el futuro de la humanidad. Aunque con detractores, la perspectiva más extendida de la sostenibilidad es la promovida por la Organización de las Naciones Unidas, fruto de la Comisión Brundtland, según la cual el Desarrollo Sostenible es el proceso de satisfacción de las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Esta visión implica una suerte de equilibrio entre el uso ecológico de los recursos naturales, la justicia y el bienestar social, y la equidad en las interacciones económicas.

Conseguir la sostenibilidad requiere articulación nacional e internacional entre las políticas públicas, las estrategias y prácticas organizacionales, así como la cultura y los comportamientos de los ciudadanos. Los cambios en las concepciones y las acciones de todos estos actores implican esfuerzos y retan a diversos campos del conocimiento y a muchas profesiones.

La sostenibilidad reta a los contadores públicos por diferentes razones y en diversos aspectos. Se requiere que los contadores comprendan la operación del negocio y la cadena de valor organizacional, para identificar los impactos de la actividad organizacional sobre el ambiente, la sociedad y la economía. Estos impactos deben evaluarse a partir de la identificación de las expectativas y necesidades de diversos grupos de interés (incluyendo los inversores, pero yendo más allá de ellos). La evaluación de los impactos organizacionales es crucial para definir la política y las acciones para enfrentarlos, consiguiendo mitigación, reparación y prevención. Para esto, las organizaciones deben acoplar sus sistemas de información y reporte contable, así como sus sistemas de control, aseguramiento o evaluación de la información.

La identificación de impactos debe incluir una evaluación de riesgos y oportunidades financieras, de cara a la sostenibilidad. Como consecuencia de esto, se deberá producir información que sea relevante para rendir cuentas sobre el impacto de la actividad organizacional, así como para adoptar decisiones que lleven a la mitigación, reparación y prevención de los riesgos y oportunidades de sostenibilidad.

Identificar los impactos que interesan a los grupos de valor y evaluar los riesgos y oportunidades llevará a la producción, evaluación y divulgación de una información de sostenibilidad material. La información de sostenibilidad será material si atiende a los riesgos y oportunidades financieras para la propia organización (materialidad financiera), así como si evidencia los impactos de la organización sobre su medio externo (materialidad de impacto). La conjunción de ambas materialidades se conoce como doble materialidad.

Las tendencias y reclamos para que las y los contadores públicos se involucren activamente en la producción y aseguramiento de la información de sostenibilidad se deben a su experiencia en la medición y valoración de las transacciones, en el desarrollo de sistemas de información verificables y a su compromiso con el interés público; todo esto les permitirá otorgar confianza y seguridad sobre la información de sostenibilidad divulgada.

Asimismo, su participación es fundamental para generar una conectividad entre la información financiera y no financiera, así como para explicar e informar la manera en que se crea, conserva o destruye el valor económico, social y ambiental por parte de las organizaciones. Por ello, diversos organismos internacionales han emitido estándares de información de sostenibilidad como el International Sustainability Standards Board (ISSB), el Global Reporting Initiative (GRI) y el Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD), entre otros; buscando que sean observados por los contadores públicos en su ejercicio profesional.

En este contexto, sin ser exhaustivo, la sostenibilidad reta a las y los contadores públicos en tres grandes aspectos: (i) el desarrollo de nuevas competencias, capacidades y herramientas, que trasciendan la visión financiera de su trabajo y de lo que se reconoce, valora e informa por medio de la contabilidad; (ii) una revalidación de la importancia y el rol social de la contaduría pública, comprometida con el interés público general, a partir de otorgar confianza pública a la información de sostenibilidad, evitando que se convierta en mera publicidad; y (iii) la necesidad de construir una visión interdisciplinaria amplia y un diálogo válido con otras profesiones que actúan en las organizaciones, para enfrentar el más grande reto de la humanidad: su viabilidad en este planeta para el futuro.

Si enfrentamos adecuadamente estos retos, entre otros, no tengo duda de que nuestra profesión hará parte del futuro con vitalidad y relevancia.

¡Felicitaciones a las y los contadores públicos en su día!

Gracias por leernos. Si le gusta estar informado, suscríbase y acceda a todas nuestras noticias y documentos sin límites.  

Paute en Ámbito Jurídico.

Siga nuestro canal en WhatsApp.