Teniendo en cuenta que el artículo 48 del Decreto 2649 de 1993, sobre contabilidad de causación o por acumulación, no establece las bases mínimas para la aplicación del principio de causación, en principio, todas las transacciones, sin importar su cuantía, deben ser registradas atendiendo lo que este dispone, indicó el Consejo Técnico de la Contaduría Pública. La responsabilidad del revisor fiscal comprende el desarrollo de pruebas de auditoría con las cuales se pueda demostrar el cumplimiento de las disposiciones normativas a las cuales está sujeta la entidad y que las operaciones desarrolladas por la misma se ajustan a las normas legales y contables, debiendo informar de manera oportuna cuando no se cumplan y sugerir las recomendaciones que crea pertinentes, las cuales son de libre adopción por parte del contador y la administración de la entidad, pero no exoneran de la responsabilidad del no acatamiento.