Un fallo del Consejo Superior de la Judicatura concluye, principalmente, que siempre un fallo a favor o en contra de un abogado investigado disciplinariamente debe fundamentarse en un acervo probatorio que, analizado conjuntamente, lleve al administrador de justicia a una certeza sobre la comisión del hecho y su responsabilidad. De ser imposible llegar a tal convicción, agrega la Sala, no queda otro camino que absolver. Encuentre la aplicación de esta tesis en la absolución de una profesional del Derecho que había sido suspendida dos meses por, supuestamente, realizar gestiones encaminadas a desplazar o sustituir a un colega en un asunto profesional (numeral 1° del artículo 36 de la Ley 1123 del 2007) (M. P. Fidalgo Javier Estupiñán).