Si bien en los estatutos debe fijarse el periodo exacto durante el cual el administrador ejercerá sus funciones, ello no obsta para que el órgano competente para su designación lo remueva en cualquier momento, sin supeditar la decisión a la culminación de dicho periodo.

En concepto de la Superintendencia de Sociedades, la persona que compromete y rige los destinos de la sociedad, como es el representante legal, debe contar con el apoyo y la confianza de quienes efectúan su designación.

De esta manera, corresponde a los asociados evaluar la gestión de la persona que ejerce la representación legal de la sociedad, a la luz de las funciones legales y estatutarias pertinentes, sin pasar por alto el régimen de deberes y responsabilidades consagrados en la Ley 222 de 1995.

En todo caso, agregó, es necesario atender las reglas sobre responsabilidad que le asisten al representante legal, quien debe responder de manera solidaria e ilimitada por los perjuicios que, por dolo o culpa, le cause a la persona jurídica, reiterando que, a su vez, puede ser removido del cargo.        

Supersociedades, Concepto 220-153738, ago. 12/16

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