Los fondos de inversión colectiva (FIC) pueden ser distribuidos por una entidad diferente a la sociedad administradora, con la finalidad de promocionar los vehículos de inversión y vincular nuevos adherentes. Esta distribución puede realizarse a través de diferentes medios, entre ellos la distribución especializada a través de cuenta ómnibus, la cual puede ser desarrollada por establecimientos bancarios o por sociedades administradoras de FIC y debe ser aprobada por la Superintendencia Financiera. En las cuentas ómnibus se agrupan uno o más inversionistas registrados previamente de manera individual ante el distribuidor especializado, con el fin de que este actúe a nombre propio y por cuenta de ellos, constituyéndose como un inversionista en un único fondo de inversión colectiva.