Memoriales / Invitado
Alejandro Linares Cantillo: “Los activos no estratégicos de Ecopetrol se van a desinvertir en el 2015”
26 de Febrero de 2015
Juan Martín Fierro
Director de ÁMBITO JURÍDICO
@jmartinfierro
Contrario a lo que muchos creen, Alejandro Linares no es solamente un gran abogado privatista. Cierto es que su prestigio creció notablemente gracias a sus logros como socio-gerente de Gómez-Pinzón Zuleta, donde trabajó los últimos 20 años, pero el sector público no le es para nada desconocido, pues también pasó por la Presidencia de la República, los ministerios de Hacienda y Agricultura, el Departamento Nacional de Planeación y la Embajada de Colombia en París (Francia), donde fue ministro plenipotenciario.
A esta amplia experiencia se suma una robusta formación académica, que incluye maestría en Derecho y Tributación de Harvard (EE UU), especialización en Finanzas en la Universidad de los Andes y una candidatura a doctorado en Derecho en la Universidad Externado. Sin olvidar su labor docente, Linares posee un conocimiento envidiable sobre los grandes negocios en el medio empresarial colombiano. Desde octubre del año pasado, asumió la Vicepresidencia Jurídica de Ecopetrol, un cargo nada fácil de lidiar ante la crisis que atraviesa la estatal petrolera. En charla con este medio, Linares explica con qué enfoque y objetivos asumió uno de sus retos profesionales más exigentes.
ÁMBITO JURÍDICO: Expertos como Elaine McArdle señalan que la figura del “general counsel” o “consejero general” no se limita a supervisar, como en el pasado, los asuntos litigiosos encargados a las firmas de abogados externas a la compañía, sino que ya hacen parte del equipo de decisiones corporativas al más alto nivel. ¿Ese cambio de visión en el rol del consejero general explicaría el que usted haya aceptado la Vicepresidencia Jurídica de Ecopetrol?
Alejandro Linares: Cuando tomé la decisión de llegar a Ecopetrol lo hice para asumir nuevos retos personales y profesionales al vincularme a la empresa más grande e importante de Colombia. Mi labor comienza por revisar qué están haciendo en el mundo los vicepresidentes jurídicos y ver cómo modernizar esa función jurídica, no tanto como una función reactiva frente a los litigios, sino más bien como una labor preventiva, una labor de acompañamiento al negocio, para que este pueda funcionar adecuadamente.
Á. J.: ¿Y eso no se puede hacer externamente? ¿Por qué ingresar al cuerpo directivo de la compañía?
A. L.: Esta es una tendencia no solo en Colombia, sino en el mundo. El rol del general counsel es cada vez más importante para el negocio y lo que está pasando es que prestigiosos abogados de firmas son llamados a trabajar internamente en una empresa. El gran valor agregado es el conocimiento de la industria y la cercanía al management para ofrecer una mejor asesoría, más integral e inmediata. En cierta forma, esta figura se sale un poco del rol meramente jurídico, para meterse en un papel que es jurídico, obviamente, pero que está más atado a los pormenores y necesidades del negocio. Es lo que en inglés suele decirse con la frase “the business of the lawyer is the business of the business”. Para el abogado, esa frase implica un rol mucho más proactivo, más riesgoso, porque cuando uno actúa más, asume más riesgos. Pero es lo que las empresas necesitan y esperan de sus abogados, asesoría enfocada a resolver problemas y no únicamente que escriban conceptos o atiendan litigios, o que desconfíen de todo nuevo negocio diciendo de entrada que no se puede hacer. Se trata de un rol diferente y más prominente, enfocado en cómo apoyar los negocios, para que la compañía pueda hacerlos en el marco de la ley, pero de una manera más eficiente y, si se quiere, más “moderna”.
Á. J.: ¿Será usted una especie de “superministro” dentro de Ecopetrol?
A. L.: Esa es una pregunta interesante, pero el único superministro al que conozco y admiro es a Néstor Humberto Martínez. Yo simplemente tengo un rol de vicepresidente jurídico, pero con una visión muy clara de que mi papel fundamental es apoyar a los negocios de producción, exploración, refinación, transporte y comercialización; apoyarlos para que compren y operen de manera más eficiente; pero también en otras áreas en las que va a haber una internacionalización importante de la empresa, sobre todo en exploración, porque vamos a salir al exterior, y creo que este es un momento apasionante para Ecopetrol en su proceso de internacionalización.
Este es un tema clave donde mi experiencia puede aportar en términos de fusiones y adquisiciones y también en el frente interno, apoyando el negocio ante la crisis del precio del petróleo. Es por eso que vamos a revisar algunas desinversiones, es decir, todos los activos no estratégicos de la compañía se van a comenzar a desinvertir en este 2015. La idea es ser mucho más eficientes y aumentar los dividendos para los accionistas.
Á. J.: ¿Cuáles son sus líneas de acción para alcanzar esos objetivos?
A. L.: Pues mi línea de acción es fundamentalmente estar muy cerca del negocio, esto es, prestar un servicio de excelencia, más cercano a las necesidades actuales de producción, exploración, refinación, transporte y comercialización. Por ejemplo, en exploración, va a haber un proceso de internacionalización muy importante de Ecopetrol. En el área de producción, además del mejoramiento del factor de recobro, la mayor parte de los temas que tenemos son de entorno nacional, donde apoyamos a la gente de producción en el manejo de situaciones difíciles, sociales y de orden público, etc.
En refinación, yo diría que la prioridad es poner a andar el proyecto en la Refinería de Cartagena, que empieza este año. Y también hay un tema interno de cultura, porque creo que Ecopetrol debe pasar de ser un monopolio estatal a una IOC (international oil company); eso es difícil, porque esa dificultad empieza por las normas, pues estamos ante una especie de “orangután en sacoleva”, como decía Darío Echandía, que combina simultáneamente Derecho Público con Derecho Privado y termina uno con lo peor de los dos mundos. Finalmente, creo que Ecopetrol en algún momento tendrá que mirar cuál es su papel en el posconflicto, sobre todo en algunas partes del país donde tiene una gran incidencia, por ejemplo, la Orinoquía, Barrancabermeja y el Magdalena Medio. Este es un tema muy importante para el futuro de Colombia.
Á. J.: Puntualmente, ¿qué significa convivir con ese “orangután en sacoleva” jurídico?
A. L.: En contratación, por ejemplo, con la Ley 1118, tenemos un régimen de Derecho Privado, combinado con los regímenes de inhabilidades, responsabilidad disciplinaria y fiscal, y jurisdicción contencioso administrativa, propios del Derecho Público. También tenemos contratos de trabajo bajo el Código Sustantivo del Trabajo, nuestra actividad es comercial y de alto riesgo, pero al mismo tiempo somos servidores públicos. Entonces, hay una serie de temas muy interesantes que en una empresa de esta naturaleza, listada en bolsa en Colombia y en el exterior, en donde el 88 % es del Estado, es muy difícil salirse del Derecho Público y de los miedos a los organismos de control. Yo estoy tratando, primero, de entender y dimensionar el “orangután en sacoleva” y, una vez entendido, ver cómo nos volvemos más competitivos, ver cómo aplicamos más Derecho Privado para poder competir en igualdad de condiciones con todos los actores en la industria del petróleo.
Á. J.: ¿Habrá cambios en la estructura de la Vicepresidencia Jurídica?
A. L.: No. Si de algo me di cuenta al llegar, es que la gente es extraordinaria, se siente orgullosa de la compañía. Son unos 110 abogados con unas calidades humanas y profesionales de excelencia. No habrá cambios, pero sí estamos unificando criterios, explorando sinergias y acercándonos más a los negocios, por ejemplo, creando un grupo de exploración separado del grupo de producción, de manera tal que el abogado entienda y esté más próximo al negocio y solo queden aquí en la vicepresidencia los temas estratégicos y centrales al tema corporativo, al entorno, a los lineamientos en materia de contratación y al manejo de litigios y arbitrajes contra la compañía que, según mis cálculos, son como 3.000, entre grandes y pequeños.
A raíz de la crisis, nos toca reducir el presupuesto para el manejo externo de esos casos. La prioridad es optimizar costos y gastos en toda la compañía. Este va a ser un año difícil, pero interesante, porque cuando el agua del río baja se ven las piedras.
Á. J.: Desde el punto de vista personal, ¿qué es lo que más lo ha sorprendido al asumir este cargo?
A. L.: Llegué al empezar la crisis del petróleo, cuyo precio ha caído un 50 %. Eso, de entrada, exige mucha imaginación y creatividad. Estoy trabajando igual, pensé que iba a trabajar menos, pero la verdad este es un reto profesional apasionante, porque abarca todas las áreas del Derecho. Además de los temas de petróleo y gas, aquí hay que saber de penal, de víctimas, de eventual corrupción, acciones populares, constitucionales, tutelas, derechos fundamentales, laboral, OIT, estabilidad reforzada, legislación agraria, ambiental, internacional, impuestos y, obviamente, Derecho Administrativo y contratación pública; al mismo tiempo, obligaciones y contratos y, en general, Derecho Civil y Comercial y, por supuesto, derecho procesal y arbitraje internacional. La oportunidad de seguir aprendiendo es apasionante, con un ingrediente adicional: que todo el Derecho se ha constitucionalizado.
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