Un hombre de 30 años perdió un juicio de desalojo impulsado por sus padres

Lo que podría parecer una buena idea para una comedia de situación se acaba de hacer realidad en un juzgado de Nueva York (EE UU). Michael Rotondo, un hombre de 30 años, fue llevado a juicio por su padres, por no pagar el alquiler ni ayudar con las tareas domésticas en la casa familiar.

La relación familiar se deterioró tanto que no fue posible conciliar en este caso, pues los progenitores, Mark y Christina, intentaron de todas las formas posibles que su hijo cambiara de actitud, hasta que le enviaron cinco cartas, pero Michael se negaba a irse.

Ante la nula comunicación con su vástago perezoso, los padres le entregaron un aviso de desalojo redactado por un abogado, en el que le dieron hasta el 15 de marzo de este año para salir del hogar, tampoco hubo respuesta.

Llegaron incluso a entregarle US $ 1.100 para gastos de mudanza y le insistieron en que "hay trabajos disponibles incluso para aquellos con un historial de empleo pobre como el tuyo. Consigue uno, ¡tienes que trabajar!".

Ese dinero se perdió, por lo menos para el propósito mencionado, pues el retoño no salió de la vivienda.

Por ello acudieron a una corte municipal con el fin de avanzar en el desalojo, pero les dijeron que el trámite en el que esté relacionado un familiar requiere del conocimiento de un alto tribunal, así que fueron a la Corte Suprema del condado de Onondaga, Syracuse, Nueva York.

El hijo se representó a sí mismo y en su defensa dijo que no le habían notificado con suficiente antelación, que necesitaba medio año, como mínimo. "No veo por qué no pueden simplemente esperar un poco a que deje la casa", afirmó vehementemente. Y recalcó que seis meses no son sensatos para alguien que ha estado dependiendo por un tiempo de otras personas.

Un cruce de opiniones entre el juez del caso, Donald Greenwood, que calificó esta defensa como indignante, se produjo al momento en que el joven respondió que lo indignante era la misma notificación de desalojo.

Eso sí, el acusado reconoció que se gastó el dinero y que era cierto que no ayudaba en las tareas domésticas.

Finalmente, el juez ordenó al abogado de los padres redactar una nueva orden de desalojo, la cual se hará efectiva pronto, aunque el hijo anunció que apelará la decisión. 

Con información del NYT.