La Ley 1774, sancionada el pasado 6 de enero, tipificó como delito cualquier acto de crueldad en contra de los animales; sin embargo, no habrá sanciones penales para los espectáculos taxativamente señalados en el artículo 7º de la Ley 84 de 1989 (Estatuto Nacional de Protección de los Animales), corridas de toros, corralejas, novilladas y peleas de gallos. En oposición a lo anterior hay un proyecto de ley que pretende prohibir estos espectáculos. Sin embargo, en el informe de ponencia para primer debate se pide archivarlo, sustentado, entre otras cosas, en el precedente jurisprudencial de la Corte Constitucional, que considera estos espectáculos parte del patrimonio cultural de los pueblos iberoamericanos. El informe de ponencia de archivo pone de presente la potestad que tiene el alto tribunal para reconocer la tauromaquia como expresión artística y la advertencia de que cualquier prohibición no puede obedecer al capricho del legislador de turno, sino que debe basarse en estudios sociológicos y antropológicos que evidencien el cambio de los arraigos culturales de la sociedad.