El vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia, Leonidas Bustos, dijo que las decisiones que se tomen en materia de juzgamiento de altos funcionarios, como los magistrados de los tribunales de cierre de la justicia, deben prever la necesidad de garantizarles el fuero; de lo contrario, sostuvo, ese nuevo órgano que se pretende instaurar, en remplazo de la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara, podría convertirse en un vehículo de la animadversión que puedan generar las decisiones de las altas cortes. Sin ese fuero, dice, no habría podido esclarecerse la “parapolítica”, no se habría impartido justicia en algunos de los casos más emblemáticos de corrupción, ni podido sancionar a los responsables de la relación de la política con el narcotráfico. No hay que olvidarse que la Corte Suprema, especialmente su Sala Penal, tiene la competencia frente a funcionarios de elección popular como el propio Presidente de la República y los congresistas, además de otros servidores con capacidad de ejercer poder, como los generales; eso refleja lo que podría suceder ante la impopularidad de las determinaciones de los magistrados, si estos pierden el fuero del que actualmente gozan.