“La Maestría de Derecho, Gobierno y Gestión de la Justicia genera un cambio en la manera de entender la profesión”

La existencia de conflictos entre personas, en un país como Colombia, es una situación que no puede desconocerse. Reconocerlos, desde una perspectiva interdisciplinaria, es el inicio de un proceso que permite adoptar acciones para prevenirlos, solucionarlos y mitigar el impacto que pueden ocasionar en las diferentes esferas del ser humano.

Precisamente, la Maestría de Derecho, Gobierno y Gestión de la Justicia, que ofrece la Universidad de los Andes, es una novedosa apuesta académica enfocada en la formación de líderes en proyectos de transformación y mejoramiento de los espacios sociales y jurídicos y en la gestión de los conflictos, como lo ratifica uno de sus estudiantes, Juan Diego Mojica Restrepo.

¿Por qué es importante lograr que los ciudadanos confíen en la justicia para resolver sus conflictos?

Juan Diego Mojica Restrepo: Los estudios que se han realizado en materia de necesidades jurídicas ponen en evidencia que la confianza es la razón principal de los ciudadanos para acudir a una determinada institución a resolver sus conflictos. La encuesta de necesidades jurídicas en Colombia (2016), desarrollada por el Departamento Nacional de Planeación, arrojó, como parte de sus resultados, que la confianza es la principal razón para acudir a una entidad o persona reconocida y permitida por el Estado para solucionar su problema (41 %). De ahí que el fortalecimiento de la confianza de la ciudadanía en la institucionalidad estatal dispuesta para la solución de conflictos resulte fundamental, para evitar que las disputas se resuelvan en otros escenarios, como acciones violentas, la intervención de actores ilegales o, peor aún, que la persona que ha visto lesionado alguno de sus derechos decida no hacer nada.

¿Qué habilidades necesita un servidor judicial para alcanzar ese objetivo?

J. D. M. R.: Es importante que los servidores judiciales sean conscientes de que, para solucionar los conflictos de los ciudadanos, no basta con ser eruditos del Derecho. Consolidar la confianza ciudadana en la administración de justicia demanda, entre otros requerimientos, cercanía, efectividad y accesibilidad para el ciudadano. Para lograr esos objetivos, es necesario que los diferentes agentes que participan en la solución de los conflictos desarrollen habilidades que escapan al terreno de lo jurídico. Por ejemplo, una justicia cercana y accesible implica que los servidores judiciales se comuniquen con los ciudadanos por medio de un lenguaje claro, que no se limita al uso de expresiones más sencillas en las providencias judiciales. Por el contrario, es necesario el desarrollo y la aplicación de estrategias de comunicación, para las que se requieren habilidades y conocimientos propios de otras disciplinas, como lo ponen en evidencia las iniciativas existentes en materia de lenguaje claro. La incorporación de las TIC en el proceso también representa una oportunidad para generar confianza en la administración de justicia, por lo que la formación de los servidores judiciales en estas áreas resulta fundamental.

¿En qué radica la importancia de aprender a gestionar los conflictos de forma interdisciplinaria?

J. D. M. R.: Radica en entender que su tramitación y solución no puede darse exclusivamente a partir de la aplicación de la norma jurídica. En ese sentido, supone reconocer que es necesario adoptar prácticas y herramientas de otras disciplinas que sirvan para comprender las disputas en todas sus dimensiones. Entonces, tomarse en serio la interdisciplinariedad en la gestión de los conflictos tendría un impacto fundamental en la forma en que funciona la administración de justicia y supondría un cambio profundo en el modelo de solución de conflictos que se ha adoptado como paradigma. Desde mi punto de vista, demandaría repensar el rol del juez, la forma en que este interactúa con las partes y la manera en que dispone la solución del conflicto. Esto, en la medida en que los modelos procesales establecidos en las normas de procedimiento vigentes no logran incorporar una verdadera aproximación interdisciplinar en el trámite y solución de los conflictos ni otorgan al servidor judicial las herramientas para gestionar las disputas acudiendo a los saberes de otras disciplinas.

¿Por qué los servidores judiciales deben ser líderes en resolución de conflictos?

J. D. M. R.: El liderazgo de los servidores judiciales tiene implicaciones fundamentales en la consolidación del Estado social de derecho y el fortalecimiento de la institucionalidad. Ese servidor judicial proactivo es necesario para superar las dificultades que se suscitan en el acceso de los ciudadanos a la administración de justicia, debido a las enormes barreras a las que se tienen que enfrentar. En esa medida, el liderazgo ejercido por los servidores judiciales se convierte en un medio para que esos distintos obstáculos que dejan al ciudadano “Ante la ley”, como en el cuento de Kafkfa, puedan superarse. En ese sentido, el rol del juez, en cuanto a director del proceso e intérprete de la norma, resulta crucial para procurar una tutela judicial efectiva de los derechos de los ciudadanos, a partir del reconocimiento de las particularidades de cada caso y de las medidas que son requeridas para satisfacer las demandadas de justicia. Así mismo, ese liderazgo resulta central en la exposición de los problemas del sistema judicial, que permitan llevarlos al debate público y hacer ver su relevancia.

¿Qué aporta la Maestría de Derecho, Gobierno y Gestión de la Justicia, que ofrece la Uniandes, en la formación de jueces y magistrados en estas áreas?

J. D. M. R.: En mi opinión, el principal aporte es que genera un cambio en la manera de entender la profesión y el ejercicio de la abogacía. La formación en las facultades de Derecho se centra en capacitar a profesionales con los conocimientos necesarios para aplicar el ordenamiento jurídico a la solución de conflictos. Esta maestría tiene un plan de estudios interdisciplinario y diverso que les permite a los estudiantes adquirir las herramientas necesarias para participar de forma activa en el análisis de los problemas de la justicia y formular políticas públicas para su solución. En ese sentido, ofrece a jueces y magistrados la posibilidad de adquirir los conocimientos complementarios a sus estudios en Derecho que les sirvan para comprender y enfrentar con otros instrumentos los problemas a los que se enfrentan en la práctica judicial.

En mi experiencia, puedo dar testimonio de ello. Mientras cursaba la maestría, estaba trabajando en la Delegatura para Asuntos Jurisdiccionales de la Superintendencia de Industria y Comercio. Uno de los principales problemas a los que nos enfrentábamos en la entidad eran las dificultades que suponía para los consumidores reclamar sus derechos, habida cuenta de las complejidades del trámite judicial de la acción de protección al consumidor. A partir de los conocimientos adquiridos en la maestría, en mi trabajo de grado analicé cómo esa problemática estaba relacionada con la ausencia de análisis sobre el perfil de conflictividad de las disputas en materia de consumo y de la regulación de una acción jurisdiccional que respondiera a las particularidades de los conflictos de los consumidores.

¿Esta maestría es exclusiva para servidores judiciales?

J. D. M. R.: No, ni tampoco para abogados. La Maestría en Derecho, Gobierno y Gestión de la Justicia es un escenario de formación y discusión académica para todos aquellos que estén interesados en los problemas de la administración de justicia. Debido a que el programa busca explorar estas problemáticas desde una perspectiva interdisciplinaria, tiene el valor adicional de la participación de profesores y estudiantes de diferentes profesiones y áreas del conocimiento. Esa variedad de perfiles enriquece las discusiones en las clases y, en particular, a los abogados nos permite observar los beneficios de que los problemas de la justicia y los mecanismos de solución de conflictos sean examinados desde diferentes disciplinas.

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