La Corte Suprema de Justicia aclaró que si bien son cinco las causales por las cuales el artículo 332 de la Ley 906 del 2004 permite la preclusión del proceso penal en la fase investigativa, la posibilidad de hacerlo en la etapa de juzgamiento se reduce a dos circunstancias específicas fundadas en hechos sobrevinientes. Sostuvo que si antes de presentar la acusación la Fiscalía no encuentra motivos para solicitar que se precluya el caso, antes de la audiencia de debate oral, tanto ella como su contraparte están autorizadas a hacerlo, pero únicamente por la imposibilidad de continuar la acción penal o por la inexistencia del hecho investigado. Así las cosas, dice, si la solicitud se presenta en el juicio, esta no puede estar fundada en motivaciones que coincidan con situaciones ya valoradas en la acusación (M. P. José Luis Barceló).