¿Qué le espera al Congreso durante los próximos meses?
Hasta el 20 de junio, el Congreso atravesará una temporada compleja para debatir y aprobar diferentes iniciativas de ley.
18 de Marzo de 2025
María Alejandra Victorino
Miembro de la junta directiva de Ocupar la Política y coordinadora de Incidencia Política de Extituto de Política Abierta
El Congreso de la República está enfrentando uno de los momentos más desafiantes de este periodo constitucional. Sobre la mesa están la discusión de las reformas gubernamentales, pilares estratégicos del gobierno del presidente Gustavo Petro, y en este contexto, el movimiento político y mediático sobre el hundimiento o aprobaciones que busca surtir en el Legislativo, como el más reciente anuncio de elevar a consulta popular este proceso.
A esto se suma la revisión de los impuestos temporales implementados durante el estado de conmoción interior, consecuencia de la escalada del conflicto en El Catatumbo. Además, la reciente renuncia protocolaria de todo el gabinete presidencial y la posesión de nuevos ministros han generado incertidumbre en el panorama político. En paralelo, la creciente tensión diplomática con EE UU, tras la posesión de Donald Trump como presidente, añade un nuevo elemento de complejidad al escenario.
Estas iniciativas no solo serán el epicentro de un debate intenso, sino que también se convertirán en piezas clave de negociación preelectoral. El Congreso será el escenario en el que se consolidarán poderes, se forjarán alianzas y la oposición buscará afianzar su estrategia de cara a las elecciones de 2026. Los principales actores en este debate incluyen figuras clave del gobierno, como el ministro del Interior, Armando Benedetti; los líderes de los partidos mayoritarios y figuras emergentes de la oposición, que podrían utilizar esta coyuntura para posicionarse políticamente.
Tras ser aprobada en su segundo debate, la reforma a la salud enfrenta un momento crítico en el Senado, en medio de una fuerte oposición de sectores que advierten sobre los riesgos en la financiación del sistema. El debate se ha vuelto aún más complejo luego del hundimiento virtual de la reforma laboral, el pasado 11 de marzo de 2025, cuando una ponencia negativa, respaldada por ocho senadores, fue presentada ante el Congreso.
En respuesta y con el objetivo de lograr la aprobación de estas iniciativas, el presidente Gustavo Petro anunció que convocará una consulta popular, buscando que las reformas cuenten con la validación del pueblo colombiano y no queden únicamente en manos del Congreso.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que las consultas de impacto nacional requieren la aprobación previa del Congreso y la firma de todos los ministros del gabinete. Esto introduce un nuevo desafío en la relación entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, al obligarlos a converger en un proceso donde existen diferencias marcadas en cuanto a la viabilidad y dirección de las reformas.
Otro proyecto que captará especial atención será el de transfuguismo, el cual ya superó sus primeros cuatro debates en la Cámara y está pendiente de pasar los cuatro restantes en el Senado. Esta iniciativa busca reformar los artículos 107 y 108 de la Constitución, permitiendo que políticos cambien de partido sin incurrir en doble militancia.
En un contexto preelectoral, esta medida podría redefinir la dinámica política en el Congreso de la República, alterando la construcción de alianzas y facilitando movimientos estratégicos en la búsqueda de posiciones más favorables. Si se aprueba, esto podría generar un reordenamiento del poder dentro del Legislativo, facilitando la emergencia de nuevos bloques políticos y desafiando la estabilidad de los partidos tradicionales.
Por otro lado, proyectos clave como la Jurisdicción Agraria enfrentarán obstáculos adicionales, en especial por el posible recorte de recursos provenientes de EE UU. Temas como la relación con Venezuela y una política antidrogas más agresiva estarán en la agenda, impulsados por la administración Trump. Este nuevo panorama fortalece a sectores de oposición al gobierno Petro, otorgándoles respaldo internacional y legitimando discursos contrarios a su agenda.
En este sentido, la postura estadounidense también ha reforzado narrativas contrarias a las agendas de género y diversidad sexual. Además, su enfoque en seguridad que prioriza la militarización sobre la visión de seguridad humana tendrá eco en los debates nacionales. Este cambio ya se está reflejando en la reorientación de políticas empresariales en varias multinacionales, lo que plantea la incógnita de si el Congreso mantendrá su respaldo a los derechos de equidad o si, por el contrario, optará por aplazar estos proyectos hasta que se archiven por vencimiento de términos.
Finalmente, hasta el 20 de junio, el Congreso atravesará una temporada compleja para debatir y aprobar diferentes iniciativas de ley, las cuales son decisivas para la estabilidad de la relación entre el Legislativo y el Ejecutivo.
Existen varios escenarios posibles: si el Gobierno logra consolidar alianzas estratégicas, podría asegurar la aprobación de sus reformas más prioritarias. Para ello, Benedetti ya arrancó las negociaciones con cabezas de partidos para garantizar su apoyo a cambio de asignación de ministerios. La oposición y congresistas declarados independientes deberán revisar si se articulan o buscarán estrategias para fortalecerse en aras de impedir el avance de los puntos más controversiales o, al menos, promover un escenario de negociación para su modificación.
Es vital entender cómo se está desarrollando la dinámica de las reformas para tomar decisiones esenciales para el futuro social y económico de Colombia, al mismo tiempo que se comprenda el diseño preelectoral que están dejando estas discusiones.
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