La problemática que afronta la población lesbiana, gay y bisexual es compleja. La de la población transgénero, mucho más grave. Al resolver la acción de tutela promovida por un transgenerista al que se le impidió ingresar a un evento público, la Corte Constitucional advirtió que estas personas suelen ser atacadas, discriminadas y excluidas por motivo de su orientación sexual y/o su identidad de género, lo cual les impide gozar de sus derechos fundamentales en un grado que no experimentan otros sectores de la sociedad. Por eso, instó al Gobierno a crear una política pública integral orientada a eliminar las causas que permiten esa discriminación. Sin embargo, la tutela fue negada, porque no fue la identidad sexual del tutelante, sino su comportamiento hostil, lo que condujo a que se le impidiera ingresar al evento. La Corte aclaró que este tipo de medidas restrictivas no pueden considerarse segregativas ni discriminatorias en todos los casos. Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos anunció hoy que creó una unidad para la comunidad LGBTI para atender la protección de sus derechos (M. P. Jorge Iván Palacio).