El propósito de la Ley 1676 del 2013, por la cual se promueve el acceso al crédito y se dictan normas sobre garantías mobiliarias, es incrementar el acceso al crédito mediante la ampliación de bienes, derechos o acciones que pueden ser objeto de garantía, antes denominada garantía prendaria, simplificando su constitución, oponibilidad, prelación y ejecución de las mismas, indicó la Superintendencia de Sociedades. Teniendo en cuenta que la garantía mobiliaria nace del acuerdo de voluntades entre el deudor y el acreedor como forma de dar cumplimiento a las obligaciones, su marco de aplicación comprende todos los aspectos mencionados, en el escenario de obligaciones de cualquier naturaleza, presentes o futuras, determinadas o determinables, y a todo tipo de acciones, derechos u obligaciones sobre bienes corporales e incorporales, derechos o acciones, muebles o bienes mercantiles, de acuerdo con la definición de garantía que prevén los artículos 1, 2 y 3. Así las cosas, el régimen permite al empresario la posibilidad real de obtener capital de trabajo, al otorgarle otra fuente de garantías de las que antes no disponía, con lo que se amplía el espectro de bienes con los cuales puede garantizar el cumplimiento de sus obligaciones.