Así lo sostuvo el vocero de Dejusticia, Rodrigo Uprimny, al indicar que es esa la única fórmula que podría superar la incertidumbre jurídica que se generó luego de que la misma Corte ordenó solemnizar el vínculo civil entre parejas gay. Indicó que si se optara por establecer un contrato innominado sí se invadiría la competencia del Legislativo, pues abriría las puertas para que notarios y jueces dieran el aval a un tipo de relación contractual no existente en el ordenamiento, sin directrices y sin dimensiones en su aplicabilidad. En cambio, dice, la asimilación con el artículo 113 del Código Civil, que regula el matrimonio, ofrecería esa certeza de la que ahora se carece, a través de una figura legal que es la que pretendió hacer valer la Corte, cuando halló un déficit de derechos de las parejas homosexuales frente a las heterosexuales. Indicó que la norma que muchos dicen extrañar existe desde junio del 2013, cuando se cumplió el plazo que le otorgó ese tribunal al Congreso para que impusiera una fórmula en la que se superara esta desigualdad. Además, indicó que la Procuraduría se equivoca al señalar a la Corte como la intérprete de una imposibilidad de analogía entre ambos tipos de matrimonio, pues cuando la mencionó lo hizo precisamente describiendo la situación dispar entre gais y heterosexuales que debía corregir el Legislativo.