Recensión del libro ‘Estudios jurídicos en honor al doctor Gustavo Gómez Velásquez exmagistrado de la Sala Penal de la h. Corte Suprema de Justicia’

“Una corte de lujo”, así se conoce en Colombia a la Corte Suprema de Justicia que ejercía como la máxima instancia de la justicia colombiana, cuando en el infortunado mes de noviembre de 1985, el movimiento M-19 se tomó el Palacio de Justicia de la capital del país. En esos sangrientos hechos perecieron destacados miembros de la corporación, incluyendo a su presidente y a otros importantes compatriotas.

Pero la divina providencia permitió que algunos de los magistrados, por diversas circunstancias, salieran indemnes de ese trágico episodio. Entre quienes salvaron sus vidas, se encontraba el doctor Gustavo Gómez Velásquez, brillante integrante de la Sala Penal y gracias a ello la justicia colombiana pudo seguir disfrutando por muchos años más de su fecunda y nutrida inteligencia, de sus profundos conocimientos jurídicos y de sus sólidas enseñanzas, las que nos llegaron aún a quienes no fuimos sus discípulos en el aula, a través de sus libros y sus sentencias.

Hoy, gracias a la iniciativa del también excelente jurista y ex magistrado Jorge Enrique Valencia Martínez, un grupo de 10 de los más connotados abogados del país publican el libro de estudios jurídicos en honor al exmagistrado, y con rigor académico, honradez conceptual y sencillo lenguaje, exponen temas que recrean de una manera muy interesante el conocimiento de quienes tenemos el derecho como nuestra principal disciplina.

Tomando como punto de partida el novedoso tema de la Proyección transpersonal en la responsabilidad penal del doctor Álvaro López Dorado, quien propone que “la apuesta cuántica del penalista tiene que ser el cambio a la mentalidad pacífica del conglomerado, opuesta por completo al significado violento del penal retributivo”, en todos los escritos se encuentran elementos innovadores y propuestas de mejoramiento.

El constitucionalista Eudoro Echeverrri  Quintana, en su tema sobre Casación penal: ¿recurso extraordinario o tercera instancia?, con su acostumbrada erudición hace un estudio muy completo sobre el recurso extraordinario y termina invitando a continuar el debate “para que se legisle sobre una tercera instancia como unos la defienden,  autónoma o mejor dicho separada”, porque el autor da por descontado que se conservaría el recurso extraordinario de casación: “sería de libre confección para el recurrente y la liberalidad plena para la SPC de la CSJ…”.

El brillante ex magistrado Édgar Saavedra Rojas, en su artículo La prueba ilícita derivada y su reglamentación en la legislación colombiana, toca el tema que, como él lo afirma, “ha sido y seguirá siendo un debate acalorado con razones de legalidad, debido proceso y de antibiótico contra las perversas costumbres investigativas de un lado, y de eficiencia y no impunidad del otro”.

El maestro Mario Salazar Marín, en la Concepción normativista del derecho penal, apasiona con su estudio a los penalistas, y concluye de una manera inteligente que “el mundo normativo viene acompañado de los comportamientos conforme a él y la responsabilidad penal se funda en la conducta consciente y voluntaria de los sujetos que luego el Estado declara con arreglo a constitución y leyes”.

Con importante análisis, el jurista Álvaro Salgado González resuelve en su estudio de Coparticipación criminal y comunicabilidad de las circunstancias: el caso del infanticidio consentido en Colombia. Para dar una solución pacífica a la marcada controversia sobre la coparticipación criminal, considera que lo acertado sería no hacer uso de la comunicabilidad de las circunstancias, sino apoyarse en una coautoría basada en la individualidad del aporte.

Los doctores José A. Bonivento Fernández, Pedro Lafont Pianetta y Fredy Herrera hacen un interesante estudio sobre Algunos aspectos del proyecto de reforma al Código Civil colombiano.

Es destacable el tema sobre Importancia de demandantes e intervinientes en asuntos de inconstitucionalidad y de tutela, desarrollado por el ex magistrado Jorge Iván Palacio Palacio.

El doctor Horacio Gómez Aristizábal presenta con maravilloso estilo La trayectoria del magistrado Gustavo Gómez Velásquez y nuestra justicia penal.

Pero en este cuadro de honor merece destacarse al doctor Jorge Enrique Valencia Martínez, quien tuvo la noble iniciativa de convocar a diez juristas que siguen dando nombre y prestigio al foro colombiano, para rendir tributo de cariño, admiración y reconocimiento a quien fuera su maestro y su par en la Corte Suprema de Justicia, y haciendo uso de su exigente pluma y de su bagaje académico, entrega a Colombia una completa y amena obra jurídica.

Es la oportunidad para dar las gracias al doctor Valencia Martínez, porque él inspira a las nuevas generaciones de abogados y quienes hemos tenido la oportunidad de tenerlo como maestro, autor de cabecera, consultor y amigo, podemos dar fe de encontrarnos ante uno de los juristas más integrales del país. Su vocabulario jurídico es impecable, sus decisiones siempre han sido acertadas y justas, su don de gentes y su generosidad, ejemplares. En estos momentos cuando goza de un merecido descanso después de muchos años de dedicación a la administración de justicia y a la docencia, ha querido que los siete mil volúmenes que conforman su selecta biblioteca queden en manos de la academia, donando la mayor parte de ella a la Facultad de Derecho de la Universidad de Medellín, otra a la Academia Colombiana de Jurisprudencia y otra a la Universidad Libre de Colombia.

Personajes como los destacados en este escrito afianzan nuestra idea de haber vivido una época en que el Derecho fue realmente una de las profesiones más dignas, que ordena el pensamiento y acerca al ser humano, por ello es deber de los jóvenes abogados retomar la senda que ellos han trazado, rescatar el prestigio de la profesión y volver a dignificar la justicia. 

Margarita Rosa Cortes Velasco, abogada, especialista y magíster en Derecho Penal